Undertale AU UnderPower ||Overpower||

Un golpe bajo

Frisk llamó a la puerta de la cabaña de Soffie de una manera alegre, tocando esa cancioncita que es muy común tocar en momentos así.
La puerta cedió sin problemas.
La castaña no se extrañó, la pobre niña llevaba muy desganada y descuidada desde la noticia de su falsa hermandad con Jake.

Cuando cruzó el marco de la puerta solo pudo ver a una Soffie evitando su mirada entre la penumbra.

—Lo siento, Frisk...pero si no me delatará—tras escuchar con dificultad esas palabras recibió un gran golpe en la cabeza, por lo tanto perdió el conocimiento.

UNA HORA MÁS TARDE

—Pss~ Tori—Sans trataba de hacerle algunas señas a la reina desde su cabaña

—¿Si?¿Algún problema acaso con el cabello de Frisk?

El esqueleto negó y dejó pasar a la mujer.

—Salí hace un rato a pasear y Frisk...Frisk aún no ha vuelto. He preguntado en todas la cabañas y todos decían que no la habían visto—realmente el ya vestido elegantemente Sans parecía cansado. A Toriel no le extrañó, si tal y como decía había preguntado en cada cabaña casi podrían habérsele desintegrado las piernas— incluso en la de Alph...muy mona, por cierto

—Eh, sí, Mettaton ha hecho un grandioso trabajo...—distraídamente Toriel observó por la ventana

Sans también quedó de forma pensativa mientras escuchaba a Papyrus.

"¿No actuaba Undyne algo nerviosa?"

El esqueleto dejó escapar un sonido de afirmación poco sonoro.

"Ha salido a pasear incluso ya trajeada"

Sí, extraño cuanto menos...si había salido de su cabaña para pasear corriendo el riesgo de mancharse o de que cualquier cosa la sobresaltase había tenido que ser por algún asunto de menester...

Y si había salido de la cabaña significaba que...

—Jake—Sans se levantó de la cama olvidando que le dolían los huesos de las piernas más de lo que creía que era posible

—¿Qué dices, Sans?—pero la Reina le hablaba a una puerta abierta por la cual Sans había salido como si la vida le dependiera de ello.

—¡LA BODA ESTÁ A PUNTO DE EMPEZAR!—Exclamó Toriel asomándose al marco de la puerta.—¡APRESÚRATE!

El esqueleto corrió cruzando el bosque tan recorrido últimamente. Al ir tan deprisa y pensar tan poco en lo que estaba haciendo se tropezó con algunas raíces, y muchas ramas arañaron sus huesos.

Ignoró todo dolor que sentía e incluso los gritos de Papyrus que le iba avisando de que no debería ir hacia donde se dirigía.

Tras un rato corriendo se encontraba en el punto de partida de todo aquel "sufrimiento" que había experimentado. La cabaña en la cual había encontrado a la mutación de Papyrus muerta.
Mentiría si dijera que se sorprendió al encontrarla cerrada a cal y canto en la medida de lo posible.

Llamó una sola vez a la puerta antes de que era fuera derribada por su Gaster Blaster.

—El cartero~—con aire socarrón invoco una fila de huesos rodeando a Frisk para que estos la protegieran

—Mier--...—Antes de que Jake terminase su palabra cargada de asco y odio ya estaba contra la pared

Con un gran garrote de madera el humano se dispuso a atacar al monstruo, pero este, con su ya muy conocida agilidad, fue capaz de no perder mi una milésima de vida.

—Parece que alguien se recuperó muy rápido de sus heridas...—reía fuera de sí el esqueleto

—Te odio—escupió Jake

—Tranquilo, cariño, el sentimiento es mutuo—dos huesos se clavaron en cada brazo de Jake, al parecer el humano no era ni tan ágil como Sans ni tan perspicaz como lo era Frisk.

Tras eso el único libre se aproximó a la humana y se ocupó por desatarla.
Cuando las regias cuerdas dejaron de aprisionar sus manos la joven soltó un suspiro lleno de alivio. La mordaza no le permitían hablar adecuadamente, pero se las apañó para expresar tanto su gratitud como el no verbalizar que su amoratadas manos con la rozadura de las cuerdas le dolían.

Maldiciendo una vez más en dirección hacia Jake el único trajeado fue frotando las muñecas de la muchacha para que la sangre volviese a fluir hacia ellas.

—Argh...la boda está a punto de comenzar...—Ayudó a la pequeña a levantarse y observó una vez más al humano—si fuera egoísta...si fuera egoísta lo dejaría libre y nos tele--... Idiota

Se aproximó al inmóvil muchacho y no sin antes tomar la mano de la muchacha se teletransportó al campamento.

—Vamos, dulzura, ves a prepararte...yo llevaré a este pillastre ante Asgore—gruñó Sans despidiéndose de la humana sin mirarla directamente

—Sans...gracias

—No tienes nada que agradecerme—cuando ya estaba algo más alejado la humana se envalentonó

—...te quiero, Sans—y aunque esta pensó que no había sido escuchada fue respondida

—¡Yo también te quiero~!

Ambos sonrieron, aunque ninguno lo vio.