Dos en...uno (Parte tres)

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La humana agachó la mirada ante la crítica mirada de sus amigos. Sans acababa de contarlo todo con gran dolor

—Lo sabíamos—murmuró Alphys— fue la mismísima mutación de Papyrus la que me dió la chaqueta con tu polvo

Sans apretó los puños.

—¿Qué hacemos con él?—murmuró entre dientes y con esfuerzo Sans

—Veamos, hijo...—Asgore se aproximó a Jake

—Oh, dios, Tori...haga algo—sollozaba la pobre Soffie abrazada a la reina mientras esta la consolaba.

—¿Por qué hiciste eso?—proseguía pacíficamente el rey

—Por amor...¿no mataste tú a humanos también por amor a los monstruos? Yo maté a esa mutación porque era un peligro para la humanidad, y por ende para Frisk.

—No me vengas con juegos...¡SABIAS QUE ERA MI HERMANO, FRISK TE LO DIJO!—Sans estuvo a punto de saltar hacia Jake, pero Alphys lo detuvo

—Tranquilízate Sans...—Asgore carraspeó—sigamos...¿cómo hiciste todo aquello tú solo? Porque yo lo vi y era...realmente impresionante...¿estabas haciéndolo realmente tú solo?

—No estaba solo, tenía un arma secreta, un arma que está en esta misma habitación.... —todos se miraron entre ellos y buscaron de igual manera algún objeto peligroso que pudiera haber usado—Vosotros, todos y cada uno de vosotros sois mi arma secreta, porque, oh, creedme, todo esto ocurrió porque todos estabais preparados para mirar hacia otro lado.

Y aunque parecía que en un principio sería Sans quien saltase a partirle el cráneo el monstruo que se lanzó contra él fue Undyne. A base de lanzas y puñetazos llenó de moretones y heridas la cara de Jake hasta quedar esta desfigurada.

—¡JAMÁS TE ATREVAS A DECIR ALGO ASÍ!¿¡CÓMO TE SENTIRIAS SI LE HUBIESEN HECHO ALGO ASÍ A TU HERMANA!?¿¡QUÉ HUBIESES HECHO SI HUBIESE SIDO SOFFIE!?—Sans ya había perdido toda calma interior, y tras ya no tener ni voz para gritar se dejó caer con desgana contra la pared.

—Soffie no me importa—la nombrada dio un respingo—no es mi verdadera hermana—la muchachita rubia observó al morenos con ojos desorbitados

—¿Tanto golpe te afectó al cerebro?—la guerrera finalmente se apartó del muchacho—si siempre no habías dicho que--...

—Eso se llama mentir—comentó entre carcajadas el dolorido chico—mi hermana es Maika ¿no apreciáis el parecido? Hasta nuestra voz es parecida...una lastima que Maika sea autista y no hable con frecuencia...—Jake sonrió victorioso, hasta que su sonrisa se vio borrada en cuanto Soffie le pegó una patada y salió corriendo de la estancia.

—Que asco—murmuró entonces Sans antes de desmayarse

Frisk le lanzó entonces una afilada mirada al moreno mientras rápidamente incorporaba a Sans.

—Yo no hice nada~—canturreaba el humano

En la cabaña de Alphys la tensión gobernaba como un rey silencioso.

—¿Qué es esto?—señaló una zona del alma de Sans que era de una tonalidad diferente

—¿Se está rompiendo?—cuestionaba con ansiedad la niña humana

—No...todo lo contrario...esta parte es...más grande...como si hubiese alguien...o algo más ahí—La científica se sentó delante de un ordenador con la pantalla quebrada y tecleó cosas que no casi no se podían ver.

—Undyne, hazme un favor y rompe un pedacito de hueso de las costillas de Sans. ¡No! Mejor que lo haga Frisk...tú eres capaz de matarlo...

Con muchísimo cuidado la castaña provocó que se desprendiera un pedacito de una de las costillas superiores del esqueleto y se lo tendió a la científica. Esta, con una extraña máquina que esperaba que funcionase comenzó a analizarlo.

—Undyne, pásame lo que tiene Sans en el bolsillo derecho—cuando la guerrera metió la mano en el bolsillo sacó la bufanda de Papyrus y se la tendió también a la reptil

Analizó también el líquido viscoso que había en ella.

Tras unos largos y exasperantes minutos de la máquina salió un papel que Alphys ni se molestó en mirar, pues sabía la respuesta.

—¿¡QUÉ!?—la que sí que lo leyó fue Frisk—¿¡PAPYRUS!?

—Piénsalo...tiene sentido... Papyrus me dio la chaqueta con el polvo de Sans, era de esperar que se quedase algo del polvo de la mutación en la chaqueta...quizá no lo suficiente como para infectar pero sí como para que...haya algo más dentro de Sans—alisó la científica su bata a conciencia

—Pero...pero no tiene sentido...se debió quedar algo físico...quizá un Sans más alto...pero no "algo o alguien" más en Sans.—La de ojos dorados se sentó en otra silla muy consternada

—...Según todo lo que he investigado sobre mutaciones estas acaban muriendo ellas mismas, sus cuerpos se derriten y sus células explotan y la información se mezcla... Es más que probable que el alma de Papyrus se hubiese derretido o su información expandido y algo de esta haya quedado en la chaqueta que me dio...—carraspeó—puede que en el alma de Sans haya algo de su hermano puede que no mucho, puede que no tenga conciencia...pero ya es suficiente como para que le cause problemas.

¿Amigos? No, Sans y Papyrus eran hermanos ¿Enemigos? Lo habían sido, las mutaciones eran peligrosas para ellos y debían haberse matado mutuamente...pero ¿qué más da ahora? Las almas no entienden de esas cosas

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