Capitulo 4.

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Lunes. Maldito e intenso lunes.

Después de que nos entreguen las notas finales de todo el curso, será oficialmente verano. Y empezará mi pesadilla.

¿Por qué a mis padres y tíos se les tuvo que ocurrir esta idea tan retorcida? Solo fue contarles lo que pasaba, y que decidieran esto. Por abrir la boca, Skyler, por abrir la boca y ser una maldita chivata te pasa esto.

- Skyler y Dallas Anderson - nos nombraron a mi hermano y a mí por el megáfono. Junto con mi madre y él, nos levantamos de los asientos y fuimos hasta el despacho de la profesora Smith. La que había sido la tutora de mi curso - buenos días, siéntense, por favor - pidió y obedecimos.

Siempre ha sido así, como este idiota y yo somos hermanos, nos llaman a la vez.

- Bien, primero, las notas del señor Dallas - hizo una mueca no muy agradable de ver y saco la carpeta de mi hermano - Sabe que como siempre, no es de los peores, ni de los mejores - se las entregó y pudimos ver sus calificaciones.

Ha sacado de media un cuatro sobre diez (suspenso), cuatro cincos sobre diez (suficientes) y cinco seis sobre diez (bueno). No son de las peores, pero obviamente tampoco son de las mejores, como bien dijo la profesora.

- Debería estudiar más. ¿Cómo diablos pudo poner que China está en África? - suspiró y rió. - Ahora vayamos contigo, Skyler. Como siempre, sus notas son ejemplares, de las mejores de la clase - me entrego la carpeta y junto con mi madre, mire mis notas.

Había sacado todo o nueve sobre diez o diez. Todo perfecto, gracias al cielo.

- Muchas gracias - le dijo cordialmente mi madre a la profesora.

- No hay de qué. Que pases un buen y feliz verano - se despidió de nosotros con una amable sonrisa que pocas veces había visto en su rostro.

- Igualmente - dijimos al unísono y salimos de esa pequeña sala.

- Enhorabuena a los dos - nos felicitó mi madre con una sonrisa. Suspiró - en casa están esperando los demás que ya tienen sus notas, ultimamos los planes y derechitos al verano más guay de la historia - exageró.

Mire a Dallas totalmente sería y él igual a mí. No nos habíamos arreglado desde el otro día, ni siquiera nos hemos hablado. Mi madre rodó los ojos al vernos.

- Chicos, ¡Positividad! Esto va a ser divertido, ya verán - intento animarnos pero yo solo pensaba en una cosa. Esto va ser la guerra.

En el camino a casa, Dallas se puso en el asiento delantero del coche, mientras que yo me puse en el de detrás, claramente lo madre conducía.

Ah, ¿Saben otra cosa horrible que va a tener el verano? No hay coche, ¡No hay un maldito coche! ¡Cómo ninguno sabe conducir y estamos solos, hay que ir andando a todas partes! ¡A todas!

Dios, cada vez encuentro más partes negativas que positivas.

{...}

- Harper, te repito que la maleta... ¡No cierra! Por más que lo intentes ¡No se puede! - exigí, iba a cargársela de tanto forzarla.

- ¡Tendrás que sacar algo! - dijo y me puse a pensar.

No sobra nada. En realidad llevo tres maletas, pero justo de esta no sobra nada y no hay tiempo para sacar las cosas de una, para meter las de esta en esa y blablabla.

¿Podré con tanta sobreprotección?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora