Capitulo 24.

10.3K 813 132
                                    


EMILY POV.

Me ha vuelto a pasar lo mismo.

Jamás me había pasado tan seguido. ¿Y si a partir de ahora es así? ¿Y si cada semana me ocurre lo mismo? Se terminarán las inyecciones. Cada vez que me pasa eso me quiero morir. Es un dolor inexplicable.

Me arde todo el cuerpo, pero siento frío. No puedo dejar de temblar y tengo fiebre. Cada vez que intento moverme, aparecen miles de calambres por el cuerpo impidiéndomelo y duele demasiado.

– He llamado a Connor – avisó sentándose de nuevo a mi lado – Vendrá solo, me lo ha asegurado. En quince minutos está aquí, ¿estás mejor? – habló Jackson atropelladamente.

– Supongo que si – respondí.

Era mentira. Cada vez que me pasa eso, el dolor no se va hasta dos o tres días después. Obviamente no es tan grave como cuando estoy sufriendo el ataque, pero sigue siendo muchísimo peor que el periodo, gripe y fiebre juntos. Además con calambres.

– ¿Le contaste a Connor lo que ocurrió? – pregunté nerviosa.

– Yo, le dije que habías despertado con fiebre y dijo que vendría solo en quince minutos. No me dejó acabar la frase – contestó.

Connor con esas simples palabras sabe lo que ha ocurrido.

– ¿Puedo hacer algo por ti? – preguntó de nuevo y yo negué con media sonrisa – Vamos, seguro que hay algo que te pueda hacer feliz.

Si, no haber nacido. Así mi hermano no estaría preocupándose por mí toda su vida, pero eso no puedo evitarlo.

– Un abrazo – susurré. Sus ojos se iluminaron, se acercó un poco más a mi y me envolvió con sus brazos.

Cerré mis ojos. Parecía que estaba abrazando a mi hermano, y por un momento quería que esto no se terminara. Me siento como si pudiera contarle cualquier cosa a Jackson, estoy muy cómoda con él. La forma en la que me abraza...

Comencé a sollozar apoyando mi cabeza en el hueco que queda entre su hombro y su cuello. Jackson puso una de sus manos sobre mi espalda atrayéndome más a él.

Espero que cuando deje este mundo él no sufra.

Nadie debe sufrir cuando yo me vaya, no quiero que nadie esté triste por mi culpa. No quiero que sientan lo que es echar de menos. Yo solo no quiero que sufran por mi pérdida, ninguno se lo merece.

– No llores – susurró Jackson en el abrazo – Ya todo ha pasado – negué con mi cabeza abrazándole más fuerte.

– No, Jackson, no ha pasado nada – respondí.

Sabía que él no había entendido mis palabras, pero era verdad. No es que pueda decir que estoy acostumbrada a esto, pero me ha pasado varias veces, y no es lo único malo que tiene esta enfermedad.

– Me duele la cabeza – hablé. Jackson delicadamente se separó de mí para mirarme a los ojos – No, no te preocupes...

– Te traeré una pastilla – afirmó – Si quieres baja a la sala para cuando llegue tu hermano – yo asentí levantándome de la cama. Intenté disimular el calambre que me dió en la pierna en el momento que me puse de pie, pero Jackson abrió mucho los ojos al verme con una mueca de dolor en mi rostro – ¿Qué te pasó? – preguntó alterado.

– Estoy bien – coloqué una mano en frente de su cuerpo – Bajemos.

Él me dejo que saliera antes de la habitación con un comentario tipo "las damas primero". Sonreí, y luego, bajamos juntos las escaleras. Yo esperé en la entrada de la casa para cuando Connor llegase, mientras Jack iba en busca de una pastilla.

¿Podré con tanta sobreprotección?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora