¿Podré con tanta sobreprotección?

Capitulo 21.

– ¿Entonces no se han enfadado, no? – preguntó Emily con el ceño fruncido intentando aclarar las cosas un poco, ya que los chicos nos habían dejado bastante confundidas.

– No lo parecían – respondió Connor a la pregunta de su hermana.

– No me esperaba esa reacción por su parte – habló mi mejor amiga. Ella tenía razón, en el momento que le dije a los chicos la noticia de que Jake iba a llegar a casa esta tarde, respondieron con una sola palabra.

Bueno, primero hubo varios segundos en un completo silencio que daba mal rollo, pero lo que dio más miedo, fue que al unísono, después de tantos segundos sin hablar mirándome fijamente, respondieron con un "vale".

Esperaba gritos, broncas, peleas, incluso golpes. No solo una simple palabra. A mí me dicen que un completo desconocido va a vivir conmigo y no digo simplemente "vale". ¿Qué les pasa por la cabeza a estos chicos? Son unos tremendos bipolares.

Bueno, me alegro muchísimo de que no se lo hayan tomado mal, porque, ¿eso que ocurrió no es tomárselo mal, verdad? Me dejaron muy confundida, solo sé que en dos horas llega Jake, y los chicos parecen no tener ganas de hablar sobre él. Quizás sea mejor así. Tal vez no haya malos rollos y se alegran de que van a tener un amigo más. ¿No? ¿No? Vale.

– ¡La comida ya está lista! – gritaron desde el piso de abajo. Si, Jackson y Dylan se empeñaron en preparar una comida sorpresa para todos, y no nos ha dicho aún de que se trata – ¡Ya pueden bajar!

Espero que no nos vaya a envenenar.

– Tal vez ahora nos demos cuenta si se lo tomaron bien o mal. Quizás nos envenenen con la comida como respuesta, o quizás hayan preparado una exquisitez porque les pareció una buena idea – opinó Harper mientras bajábamos las escaleras para ir al comedor.

– No las van a envenenar – respondió Connor rodando los ojos, quien estaba al tanto de nuestra conversación, ya que estaba a nuestro lado.

Cuando llegamos a la cocina, pudimos observar que lo que mis primos habían cocinado, eran unas hamburguesas. Algo simple que no parece tener veneno por ninguna parte. A menos que eso amarillo no sea queso y sea alguna sustancia que nos pueda matar.

– ¡Qué aproveche! – dijeron ambos al unísono mientras comenzaban a pasarnos a cada uno un plato con una de ellas. No creo que mis propios primos me vayan a envenenar, menos sabiendo que ellos también la tienen que comer.

Deje cualquier tipo de pensamientos sobre veneno y probé la hamburguesa. Realmente está deliciosa, y confirmado, es queso. Aunque tiene una salsa rara amarilla que podría ser... No. Es mostaza.

– Esta muy rica – habló Harper por mi haciendo que ellos dos sonrieran.

Ya que parecía que nadie iba a tocar el tema, hablé yo. Es decir, esto se tiene que hablar antes de que el pobre chico llegue y vea que el ambiente está un poco tenso.

– ¿Entonces no os molesta el hecho de que Jake vaya a venir? – pregunté finalmente. Connor, Harper y Emily me miraron con los ojos entrecerrados. Ahora es cuando recuerdo je habíamos acordados no decir nada acerca de esto, pero vamos, había que hablarlo tarde o temprano.

– No – respondieron al unísono. Vale, esto es raro. Muy raro. Estoy segura de que algún ser maligno les ha poseído.

– ¿Podéis expresaros mejor? – pregunté para ser fulminada con la mirada por parte de todos los presentes – Es que, no se, me parece raro que no tengáis nada que decir.