Capitulo 19.

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¡Pues me suicido! ¡No aguanto más!

Comencé a llorar en silencio como acostumbraba a hacer cada noche. ¿Qué diablos me está pasando? Cada vez estoy peor. Cada vez aguanto menos, cada vez me quiebro más.

– Skyler – susurraron a mi lado. Abrí los ojos para ver a Harper entrando a la habitación que compartía con Emily – ¿Estás llorando? – preguntó alarmada – vamos a mi habitación para no despertar a Em.

– ¿Y Connor? – pregunté intentando dejar de sollozar.

– Pues vayamos abajo a la sala, los demás están durmiendo – mi mejor amiga cogió mi mano e hizo que me levantara de la cama para guiarme hasta la sala y sentarnos en uno de los sillones, una en frente de la otra.

¿Ahora que se supone que debo hacer? ¿Debo contarle a mi mejor amiga lo que de verdad me pasa o guardármelo para mí?

Las cámaras. No puedo contar nada aquí.

– Necesito tomar el aire, hablemos en el portal, fuera de casa, por favor – pedí y ella asintió para llegar donde queríamos. Me aseguré de que no hubieran cámaras y nos sentamos en los escalones de la escalera.

– ¿Por qué estás llorando? – preguntó al fin.

– Dime primero para que venías a mi habitación. Vendrías a contarme algo, ¿no? - me encogí de hombros sorbiendo mi nariz un poco.

– No tiene importancia – me cogió ambas manos y las colocó sobre sus rodillas – ¿Necesitas hablar? – me encogí de hombros – Mira, Sky, te conozco. Sé que aunque te estés muriendo por dentro, tú preferirías quedártelo para ti y no contar nada. Pero te oigo sollozar por las noches. Se está volviendo una costumbre, y sé que la que llora no es Emily – alargó – ¿Son los chicos?

Negué enseguida. Antes eran ellos, ahora son las voces.

– ¿Entonces qué es lo que te preocupa? – bajé la mirada – Sky, puedes contarme lo que sea. Soy tu mejor amiga, puedes confiar en mí. Si piensas que te voy a juzgar, créeme que no. Si piensas que me voy a enfadar, te prometo que no lo haré. Si crees que lo voy a contar, te juro que no lo haré – apretó sus labios y movió mis manos.

– No es eso, es que no se lo que contarte – ella alzo una ceja y frunció el ceño. Quería decir, que no sabía si decirle que me corté o contarle lo de las voces en mi cabeza, o lo de que tengo una depresión...

Sé que puedo confiar en ella para lo que sea, eso no es lo que me preocupa. Me preocupa lo que ella piense después de mi. Aunque dijo que no me iba a juzgar. No se lo que haré, simplemente me dejaré llevar por las palabras.

– Es raro y complicado – admití remojando mis labios con la lengua – elige por dónde quieres empezar. Decide entre uno, dos o tres – dije y ella frunció el ceño para después suspirar.

El uno eran los cortes, el dos eran las voces y el tres era la maldita depresión. Qué bien. Que juego más divertido, ¿no creen?

– Dos – eligió después de pensárselo unos segundos.

– Voces – solté haciendo que ella me mirara completamente confundida. Qué bien te explicas, Skyler – Hay voces en mi cabeza – aclaré haciendo círculos alrededor de esta.

– Voces... En tu cabeza... ¿Estás queriendo decirme qué hablas sola? Porque si eso es lo que te preocupa, tranquila. Yo también hablo sola cuando no hay nadie en casa. Y cuando me aburro, a veces hablo con mi consciencia – habló asintiendo repetidas veces con su cabeza.

– Yo no hablo sola – rodé los ojos. – Harper, te estoy intentando decir que hay voces en mi cabeza que me dicen cosas malas. Es decir, cosas que me hacen sentir muy mal. Cada vez que pienso que algo está saliendo bien, aparecen esas voces diciéndome todo lo contrario, y no paran hasta hacerme llorar. Dicen que no desaparecerán hasta que todo esto acabe. ¿A qué se refieren con eso? ¿Hasta que muera? – hablé atropelladamente dejando a mi mejor amiga más confundida de lo que estaba antes.

¿Podré con tanta sobreprotección?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora