Capitulo 33.

10.8K 864 467
                                    


SKYLER POV.

Al parecer, los cuatro chicos se habían ido de casa a hacer cualquier cosa, mientras que yo aún seguía soportando la tortura de tener el bloque de hielo sobre mi espalda. Al menos ya no me encontraba sujetada por ellos. Ahora Harper también se encontraba en la sala junto a nosotros. Se sorprendió bastante cuando vio a mi tío Marco aquí.

Era ella la que sujetaba el hielo contra mi, mientras que mi tío trataba de conocer un poco mejor a los chicos. Él me dejó claro que íbamos a hablar. Y seriamente.

– Oh, mi nariz – exclamé llevando rápidamente mis manos hacia ella y cubriéndola, ya que había comenzado a gotear sangre otra vez – Acercadme un papel – pedí echando mi cabeza hacia detrás.

– Ten – respondieron los cuatro tendiéndome un pañuelo de papel. Traté de no reír por su rápida reacción y cogí uno de ellos, más detalladamente el de Harper. Los tres chicos me miraron ofendidos.

Me coloqué el pañuelo en la nariz y le dije a Harper que me quitara ya esa cosa helada de mi espalda, dentro de poco me iba a quedar sin sensibilidad en esa zona, y tras unas cuantas riñas de los chicos por eso, logré quitármelo de encima, a la vez que mi nariz dejaba de sangrar. Alcancé una manta, ya que el hielo me había dejado helada.

– Ven, Sky – pidió amablemente mi tío levantándose del sillón, dando unos pasos hacia detrás para en cuanto yo me levante seguirle hasta un lugar donde podamos hablar en privado. Asentí y le seguí.

Subimos las escaleras sin decir una palabra y nos metimos en la que era mi habitación. No sabía que se podía hacer eso, pero él sacó de su bolsillo una especie de mando a distancia y apagó las cámaras que habían en ella. ¿Qué? ¿Eso se puede hacer?

– Ya podemos hablar sin preocupaciones – dijo mi tío Marco en un suspiro para después mirarme a los ojos, lamentablemente sin mostrar una sonrisa – Se que esto te debe de incomodar bastante, pero... Por favor, enséñame los cortes, cielo.

– ¿Por qué los quieres ver? – pregunté tapándomelos aún más, pero, sé que no voy a salir de mi habitación hasta que se los muestre y hable con él. Mi tío suspiró ladeando la cabeza y de un brusco tirón, me levanté las mangas – Ahí lo tienes...

– Skyler – susurró rozando sus dedos contra mi antebrazo con suavidad, tocando cada una de las marcas – Cuanto lo siento, pequeña... Entiende que ni yo, ni tus tíos ni tías, ni tus padres quisimos nunca que pasara esto, al contrario, pretendíamos que la relación entre tu hermano y tu mejorase, e igual con tus primos, pero nunca pensamos algo así, cielo...

– Ya, tío, no hace falta que des explicaciones – respondí con una triste sonrisa – Esto lo he causado yo sola y ustedes no han tenido nada que ver en que yo haya tomado la decisión de causar estos cortes, así que no se culpen si lo están haciendo... Bueno, si lo estás haciendo, porque ellos aún no saben nada – suspiré bajando la mirada.

– No te sientas mal por ocultarlo, entiendo que es algo privado y sé que tú no querías que yo lo viera, lo entiendo perfectamente pero aquí estoy ahora, para ayudarte. El autobús se va mañana en la tarde, tenemos tiempo de sobra para hablar, y creo que también debo hablar con Dallas. Y con Dylan, sobre todo con Dylan – alzó ambas cejas y sonrió amargamente.

– No sé por qué lo hacen – me encogí de hombros suspirando – Tío Marco, ¿Por qué me tratan así? – le pregunté mirando directamente a sus ojos – Yo no les he hecho nada y siempre hice lo que ellos me decían, no logro entender por qué son así conmigo...

– Tus ojos brillan, Sky – sonrió de lado – No llores cielo, me encargaré de que no te vuelva a tocar, y aunque yo no pueda llevarte conmigo, te prometo que las cosas van a cambiar a mejor. Sé que has oído esto mismo demasiadas veces, pero sigue teniendo fe en ello y tal vez suceda – finalizó con una sonrisa y ladeó su cabeza.

¿Podré con tanta sobreprotección?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora