Capitulo 12.

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- Mary es una señora muy agradable - habló Emily mientras regresábamos a nuestra casa de verano - mi abuela no nos habla ni a Connor ni a mi. Bueno, no habla con mis padres. Menos con nosotros - alargó.

- Yo nunca tuve una abuela - respondí frunciendo los labios - pero ahora es como si tuviéramos una. La quiero mucho en este poco tiempo que llevamos con ella.

- Sky, no deberías encariñarte mucho con ella - me dijo Emily y le mire a los ojos - cuando se acabe el verano, regresaremos a la ciudad de Los Ángeles, y ella no estará.

No había caído en eso. Emily tiene razón, cuando se termine el verano probablemente no vuelva a ver a la abuela Mary nunca más. Yo ya estaba pensando que en un futuro, ella podría conocer a mis padres, a mis tíos, y ser como parte de mi familia. Ya veo que no fue buena idea hacerme ilusiones.

Asentí y continuamos caminando para llegar casa, cuando sin más, estábamos en frente de ella.

- ¿Y si volvemos a casa de Mary? - pregunté nerviosa y recibí una mirada divertida por parte de Em - ¿Qué? No quiero entrar en casa.

No quiero entrar por una simple razón. Me da vergüenza. Me da vergüenza que me miren a la cara sabiendo lo que ellos piensan de mí. Me da vergüenza que me miren a la cara sintiéndome sometida a ellos. Me da vergüenza que me miren a la cara después de haber sido golpeada por uno de ellos.

Porque se, que aunque me hubiera golpeado solo Jackson, lo hubieran hecho todos a no sé por Mary, como la otra vez.

¿Lo peor? No tenemos llaves, las tenían ellos ¿Qué significa? Que tendremos que tocar el timbre de la puerta ¿Y qué? ¡Que no quiero verles!

Me armé de valor y junto con Emily, nos acercamos a la puerta y tocamos.

- Pasa - soltó mi hermano en el momento que abrimos la puerta. Emily y yo nos miramos nerviosas para terminar entrando. No había ningún rastro de Jackson, Harry o Dylan.

- ¿Dónde están los demás? - pregunté.

- Tus dos estúpidos amigos están en su habitación. Los chicos fueron a encargar algo para comer. Espero que te guste la comida hindú porque es lo que encargué - respondió con una sonrisa angelical.

Dallas sabe perfectamente que odio la comida hindú.

- Sabes que no me gusta nada - le dije con un tono neutro y suave.

- ¿A mí que me importa? Tú sabes perfectamente que a mí no me gusta nada que salgas sola. Pero como haces lo que te da la gana, yo también - respondió.

Se dio media vuelta con intención de irse de la sala, pero le hice una pregunta interrumpiendo así su paso.

- ¿Te puedo hacer una pregunta? - hablé y me cruce de brazos frente a él - ¿Me puedes decir que te he hecho yo para que seas así conmigo?

Mi hermano bufó como si se supiera esta conversación de memoria. Tal vez se la sepa, ya que estoy harta de repetírselo.

- Skyler, basta - habló Dallas - no hagas como que todo esto te importa. No intentes hacernos creer que nosotros somos los malos de la película. Deja de hacerte la víctima, que aprovechas la primera oportunidad que tengas para hacerlo. Basta ya.

Mi cabeza fue bajando muy lentamente a la vez que mi ceja derecha se alzaba y ambos ojos se abrían de par en par.

- Basta ya, tú - hablé firmemente - Estoy harta de repetirte que no tienes ningún derecho para hacer lo que haces. Ni tú, ni esos tres que están por llegar. Yo no soy ninguna amiga a la que puedas tratar así. Vamos, sería muy feo por tu parte comportarte así con cualquier persona, ¿Pero conmigo? - forcé una sonrisa - Conmigo no deberías hacerlo. Dallas, soy tu hermana. Tu hermana melliza.

¿Podré con tanta sobreprotección?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora