Despertar

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Recomendación para escuchar mientras lees este capítulo: "To Get With You"- Ronda Smith

https://www.youtube.com/watch?v=1fhVvFhLf-M

DESPERTAR

La joven Julieta Mollinari despertaba en un apartamento desconocido, en un dormitorio que no era el suyo y en los brazos de un hombre al que ya no consideraba un extraño.

Habían dormitado un poco después de tanta acción, ahora la chica si sabía de qué se estaba perdiendo antes de ser parte de los que estaban "del otro lado".

Sebastian la abrazaba protectoramente, se veía cansado pero tranquilo, a Julieta le gustó que estuviese inconsciente así podía quedarse mirándole sin reservas.

Nunca había visto tan de cerca sus negras y largas pestañas curvadas, tampoco tuvo el placer de observar sus delicados labios entreabiertos, ¿había una escena más sublime que esa? Si existía no quería saberlo.

Su amante abrió los ojos con pesadumbre y la mujer desvió la mirada, no quería que la descubriese observándole de esa manera tan íntima.

- ¿Quieres que lo hagamos de nuevo?

Julieta asintió como si le propusiera llevarla a un parque de diversiones, Sebastian la tomó entre sus brazos y la sentó en su vientre.

-Ahora quiero que tu estés encima.

Indicó y la mujer mordió su labio inferior, parecía justo, después de todo él se tomó su tiempo en realizar su iniciación al mundo pasional.

Tomó la base de su falo con una mano mientras que la otra se encargaba de apoyarse en el pecho desnudo de su compañero y con un leve descenso volvieron a ser uno como la primera vez.

La muchacha frunció el entrecejo, aún tenía los músculos entumecidos y sentía un poco de molestia, pero como estaban realizando algo nuevo sus ansias de aprender eran más fuertes que lo físico y sintió esa conexión una vez más.

Se sentía torpe en esta posición, demasiado expuesta, pero solo una sonrisa de Sebastian bastó para que intentara moverse débilmente hacia adelante en un vaivén lento de principiante.

Después de un rato las piernas entumecidas de su aprendiz no pudieron mantener el ritmo y el maestro tomó su trasero para indicarle la manera de hacerlo.

Luego de unos minutos la joven entrelazó las manos de su amante con las suyas aumentando el ritmo, sus senos bamboleaban arriba y abajo, su corazón latía frenéticamente hasta que se agotó, decidió reposar en el pecho de su amante y este cambió el rumbo dejándola bocabajo.

Sebastian besó sus orejas, su cuello, sus hombros y llegó más hacia el sur dejando un reguero de besos por su espalda, al llegar a los muslos de su compañera la alzó sutilmente y apoyó el sexo en su humedad frotando lentamente para excitarla aún más.

El Maestro del SonidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora