Julieta es una joven estudiante de abogacía con persistentes sueños de cambiar el mundo.
Astuta, ansiosa, filantrópica, feminista, gran devoradora de libros y con creencias filosóficas sumamente definidas la chica construía su propi...
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EXÁMEN APROBADO
Julieta necesitaba confiar, deseaba desde lo más profundo de su ser comenzar a creer que Sebastian la respetaba, la deseaba, la quería, pero los miedos se instalaron en su cabeza como una bomba de tiempo, la desconfianza estaba ahí, a la orden del día con mil pensamientos insidiosos y perturbadores...
No podía dejar que eso la dominara, tendría que tomar un camino, encararle y preguntarle acerca de las mujeres con quienes se escribía para seguir en una relación un tanto toxica y dolorosa o hacerse a un lado sabiendo que le dolería hasta lo más profundo del alma.
Además de eso tenía que preparar ese examen importante para recibir el diploma intermedio de abogada, llamado "título de procurador" y la prueba sería oral, una de las materias más interesantes como difíciles de su carrera.
Derecho Penal I era su asignatura pendiente ya que a pesar de haberla cursado y aprobado las pruebas con buenas notas había faltado a la última de ellas debido a que se enteró ese mismo día de la enfermedad terminar que transitaba su padre, aquel golpe bajo hizo que Julieta postergara aquel examen final, ya había pasado poco más de un año y aún le daban escalofríos al recordar ese día tan gris.
La revancha sería a lo grande, el profesor Azurmendi era el jefe del instituto de Derecho Penal, un gran criminólogo y casualmente ella fue su alumna, quizás podría aprobar, aunque el hombre fuera el terror de la facultad de Derecho por su severidad y altas expectativas en cuanto a exámenes, la exigencia de aquel abogado era altísima al igual que las cúpulas del edificio de la universidad.
Julieta había estudiado tanto que ya no sabía que repasar, hasta la bibliografía complementaria flotaba dentro de su cerebro junto a todo el conocimiento penalista adquirido, el único miedo de la joven recaía en que era su primer examen oral, con un profesor de miedo y en un periodo de pruebas extraordinario, mayo no era un mes muy frecuentado para dar exámenes, pero animarse a recibirse era algo alentador.
Lo bueno del estudio era que Sebastian no estaba en sus pensamientos mientras leía a los clásicos penalistas como Roxin, Carrara, Welzel, Goldschmidt y su favorito Zaffaroni.
Dejó a un lado sus libros para volver al mundo real, ese que estaba lleno de problemas amorosos y algunos líos mentales, vio que Sebastian le había contestado su ultimo WhatsApp y sonrió, al menos tenían una conversación fluida, era algo importante, ¿Cuándo comenzarían a ser amigos además de amantes?
Miró su reloj de pulsera y decidió cenar, era un buen día para visitar a ese hombre que revolucionaba todo su interior, pero no recibió invitación alguna y no iba a rogarle, sobre todo cuando su cabeza machacaba la idea de que no era la única mujer con la que se acostaba, la cosa amorfa que vivía en su interior se removió molesta, ¿por qué le sucedía tal cosa?, ¿acaso Julieta no era una buena amante?, ¿ya era material descartable?
