Julieta es una joven estudiante de abogacía con persistentes sueños de cambiar el mundo.
Astuta, ansiosa, filantrópica, feminista, gran devoradora de libros y con creencias filosóficas sumamente definidas la chica construía su propi...
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Recomendación para escuchar mientras lees este capítulo:
"Magic"- Coldplay
https://www.youtube.com/watch?v=Qtb11P1FWnc
NUEVAS EXPERIENCIAS
Julieta Mollinari ya había pasado dos noches en la casa de Sebastian Fuentes Otero desde que decidió hacerle caso al sueño que tuvo una madrugada de noviembre donde se entregaba a los placeres carnales que desconocía hasta entonces y de ello no tenía ni una pizca de arrepentimiento.
En la cama Sebastian se mostraba como todo un maestro, desde que levantaba la batuta comenzaba el espectáculo en el que Julieta era su alumna.
Ya habían probado varias posiciones y la joven aun no decidía cual de todas le gustaba más pero Sebastian no sabía cuál era su parte favorita de esas noches descontroladas a las que sucumbían en su habitación. A Julieta le agradaba la calma que llegaba después de toda la pasión, ese sublime momento en el que su amante cerraba los ojos con pesadez y ella podía observarle sin reservas.
Todavía no terminaba de contar sus lunares y se preguntaba cuando lo haría, pero confiaba en realizar esa acción algún día de su vida, era una de sus obsesiones más novedosas.
Hoy era un día especial, nuevamente le vería dirigir a la orquesta de Pueblo Manzana, pero esta vez en la capital, decidió enviarle un mensaje provocativo esa tarde antes del concierto sabiendo que a su chico le gustaban esos textos tontos y fuera de serie que ella a veces redactaba con muy poca vergüenza y tanto le hacían reír.
*Hola hermoso, ¿Cómo estás? ¡Muchos éxitos hoy! Va a ser mi primera vez como groupie para admirar a mi trasero favorito.*
*Gracias divina, admiradora secreta, ¿todo bien?*
*¡Mas que bien! Hoy exoneré una materia de la facultad, ahora solo me quedan exámenes* Julieta estaba feliz, el hecho de tener menos materias para recibirse era todo un logro, parecía que ayer había entrado a la universidad y ahora solo le quedaban un par de años más para culminar sus interminables estudios.
Luego de unas lindas felicitaciones de Sebastian la muchacha se encaminó a elegir la ropa que llevaría esa noche para ver de lejos a su músico favorito.
Observó todos sus vestidos, sus collares de perlas y decidió que no tenía que caer en el cliché de vestir como las mujeres que van a la ópera, su mente divagó un segundo imaginándose con un largo vestido rojo y cabello recogido bajando por las escaleras del lugar, ¡baja de tu nube Julieta! Se dijo a si misma y comenzó con la tarea de elegir algo adecuado.
Lo bueno de ir a ver a la orquesta de Pueblo Manzana era que podía disfrazarse de espectadora normal ya que su primo pequeño tocaba el violín. Luego de llegar saludó a su tía y se sentaron muy cerca del escenario.
