Parte de un mismo universo

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Recomendación para escuchar mientras lees este capítulo: "A Sky full of stars"- Coldplay

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Recomendación para escuchar mientras lees este capítulo: "A Sky full of stars"- Coldplay

https://www.youtube.com/watch?v=VPRjCeoBqrI

PARTE DE UN MISMO UNIVERSO

Ir a la casa de Sebastian siempre era una buena opción para terminar y comenzar el día así que cuando el músico la invitó espontáneamente a visitarle por la madrugada la chica no pudo decir que no.

*¿Estás seguro de que quieres verme tan tarde? *

Escribió Julieta viendo que eran casi las dos de la madrugada y a pesar de que la noche estaba hermosa una visita a esa hora quizás no fuese del todo prudente.

*Bueno, si no quieres venir puedes quedarte en tu casa*

Contestó Sebastian despreocupadamente y la chica se mordió el labio, realmente tenía muchas ganas de verle, extendió la mano para parar un taxi y una vez que se dirigía a su edificio le escribió otra vez.

*Te extraño un poquito así que ya me subí a un taxi*

La historia de sus encuentros volvió a repetirse, Sebastian bajó a recibirla y luego subieron por el ascensor hasta llegar al interior de su apartamento para volver a charlar en la cama acerca de lo que habían hecho en esos pocos días que no se habían visto.

Julieta estaba un poco mareada a causa de las cervezas que había bebido junto con sus amigas y agradeció que su amante no descorchara un vino, quería estar en sus facultades cuando le quitara la ropa.

¿Sebastian siempre había tenido mujeres que estuviesen tan felices de verle que se tomaban un taxi en plena madrugada para poder verle desnudo una vez más?, la joven se sentía en verdad afortunada por cada segundo aprovechado en su compañía.

No había dejado de pensar en el músico desde que salió de su apartamento y eso solo fue anteayer.

¿Los amantes se veían con tanta frecuencia?, ninguno tenía compromisos con otras personas así que el significado común de amantes que utilizaba la mayoría de las personas no era el adecuado para catalogar lo que estaban viviendo desde principios de noviembre cuando Julieta decidió conocer que había detrás de todo el deseo contenido que sentía por el misterioso hombre.

Pero entonces... ¿Qué significa tener un amante?, para Julieta era algo que la apasionaba, ella experimentaba sentimientos profundos y fuertes cada vez que veía a Sebastian, o cuando se lo imaginaba, mejor aún, cuando su piel estaba pegada a la suya, cuando tenía esa necesidad de mirarle luego de la calma que llegaba después de un tormentoso orgasmo.

¿Sentía una especie de devoción?, aun no estaba segura, pero si se ponía a pensar en esos detalles que había descubierto mediante la observación de gestos y expresiones que él realizaba cuando estaban juntos seguramente podría describirlos todos parcialmente o en su totalidad.

¿Cuántas veces buscaba en su comportamiento corporal ese apoyo verbal que a veces necesitaba?, Julieta se sentía segura de sí misma, de su cuerpo y de toda esa femineidad que Sebastian había desatado.

Ese incentivo que la alentaba a sentirse una femme fatale era la manera en que su amante la observaba cada vez que estaban a solas, no había nadie más, solo ellos dos en una habitación cargada de deseo.

¿Cómo no iba a tomarse un taxi en medio de la madrugada para dormir junto a él si cada vez aumentaba más su necesidad de tenerle sobre la piel?

A Julieta le gustaba mantener su cabeza ocupada y Sebastian era quien frecuentemente aparecía en su cerebro antes de quedarse dormida y muchas veces quien no la dejaba pegar un ojo, ese hombre era quien la sacaba de la rutina, el creador de un universo alternativo donde solo habitaban dos personas y aun así todo tenía sentido.

La joven había conocido muchas parejas en su vida y comprendía que cada una era un mundo, eran como pequeños planetas con sus problemas, soluciones y rutinas de las que se sentía una extraterrestre, una simple observadora, una especie de astronauta descubriendo vida en otros sitios fuera de su hogar.

¿Cuántas veces había aprobado las relaciones de sus amigas?, esa disconformidad que sentía cada vez que habían celos, engaños, mentiras y las demás acciones que frecuentaban la mayoría de las relaciones "sanas" dentro de la sociedad se sentía enferma una extraña, un extraterrestre.

Pero en realidad Julieta nunca supo que ella si podía encontrar un lugar en el mundo y cuando escuchaba esas preguntas de sus amigos como, por ejemplo, ¿hace cuánto tiempo que salen?, ¿Cuándo vamos a conocerlo?, ¿ya conoce a tu madre?, ¿has visto a sus padres?, ¿te presentó a sus amigos? Solamente hacia oídos sordos porque ellos no Vivian en su planeta, en realidad no se imaginaban el universo que había creado junto a Sebastian en tan poco tiempo juntos.

¿Cuántas mujeres se interesan en saber el número exacto de lunares que tiene su pareja? A pesar de que Julieta aún no había terminado de contarlos era una de sus tareas más entretenidas.

¿Alguna vez una chica se interesó en saber cuántas variaciones de colores tenían las pupilas del chico con el que estaban saliendo?

Julieta estaba orgullosa en haber descubierto el momento exacto en el que se daba cuenta de que Sebastian había conciliado el sueño porque cuando su amante se entregaba a los brazos de Morfeo podía observarle sin ningún pudor hasta quedarse dormida también

No era una devoción era su manera de comprender porque alguien le podía gustar tanto, la joven quería saber todo acerca de Sebastian y a pesar de que ya conocía bastante acerca de su vida tenía un montón de universo por descubrir.

Si lo comparara astronómicamente podría definir que ella era un planeta y su adorado chico de Nappn era otro y ambos habían chocado para formar una galaxia enorme o quizás algo más extenso, un infinito universo.

Por primera vez se sentía creadora de algo y no una mera observadora, estaba segura de que nunca se aburriría de su amante, después de todo había mucho territorio desconocido por explorar.

Suspiró y se dio cuenta de que su mente había viajado al espacio exterior dejando Sebastian con una sonrisa aguardando a que regresara a la Tierra y con un beso comenzaron a desvestirse para estar unidos una vez más.

Los gemidos, suspiros, jadeos y susurros eran la melodía perfecta del universo de Julieta siendo Sebastian quien llevaba la batuta para reproducirlos y aumentarlos con cada caricia, nunca iba a sentirse una extraterrestre en sus brazos, ya que consideraba su piel como una extensión de su propio universo.


El Maestro del SonidoWhere stories live. Discover now