El Maestro del Sonido

Silencio

  "Cuan bueno es el silencio; la taza de café, la mesa. Cuan bueno sentarme a solas como el solitario pájaro marino que abre sus alas en la hoguera. Permítame sentarme aquí para siempre con apenas cosas, esta taza de café, este cuchillo, este tenedor, yo siendo yo misma y este silencio."  Virginia Woolf.  

SILENCIO

A pesar del nuevo florecimiento sentimental la sensación de plenitud no llegó sola, en medio del viaje de regreso Julieta recibió nuevos mensajes de Sebastian con noticias no tan felices como las que tenía para él.

Su amado no solamente buscó chicas en apps de citas durante su viaje, sino que estaba planeando conocer a otra mujer con quien contactó y casualmente vivía en la capital, a Julieta le hirvió la sangre, su plan de terminar llevándose solo recuerdos felices no estaba funcionando, él no cooperaba para que fuese así mostrando que era cruel, mujeriego y cínico, ¿saben porque la escritora relata sobre el cinismo?, los mensajes siguientes delataron lo peor de un ser humano, la vanidad, el abuso de poder, la venda por fin caía a los pies de Julieta dejándole ver como era el alma de Sebastian, a que se enfrentaba, que actitudes increíblemente deshumanizadas poseía el hombre de quien se había enamorado.

*¿En verdad la verás hoy?, no puedo creerlo Sebastian, en este mes has estado con cuatro mujeres, la señora por quien viajaste muchos kilómetros solo para pasar una noche, con Ivana, con esa chica que te follaste anoche y conmigo, ¿otra mujer más? *

Julieta se había ajustado el cinturón, si tenía en mente acabar con esa relación debía decirle todo lo que pensaba sin callar ni una palabra, las faltas de respeto habían ido demasiado lejos y lo peor de todo...la culpa era suya, ella se lo permitió desde el día que él comenzó a mancillar su autoestima, ¿Qué frágil es el ego de las personas verdad?, Julieta Mollinari se mostraba fuerte, impenetrable, llena de luz, feliz, justa, se aceptaba tal y como era pero desde que Sebastian entró en su circulo intimo y comenzó a notar sus defectos físicos y actitudes con una saña silenciosa algo se quebró dentro de ella, esa fisura comenzó a desequilibrar su interior, ya no sabía como buscar su valía, su honor, su autoestima cayó en un abismo que no le sería fácil de encontrar.

*Ya sabes como soy, me gusta probar cosas nuevas, me aburro de lo mismo. *

Si, se aburrió casualmente después de incitarla a realizar un trío con palabras bonitas, actitudes generosas y mucho, mucho cariño.

¡Oh Madame Beauvoir, ¿Por qué siempre te enaltezco y no internalizo tus frases en mi cabeza?! Pensó Julieta recordando esas palabras celebres que alguna vez leyó en un panfleto feminista, "El amor es el opio de las mujeres..." y Sebastian era su droga, siempre quería más, siempre buscó mas de lo que su frágil y recién iniciado corazón podía soportar y la verdad le golpeaba en la cara con tanta dureza que removía sus entrañas.