11. Un viaje para mamá

3.3K 293 16
                                    

Quito mis zapatos y camino a través del arena

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

Quito mis zapatos y camino a través del arena. El agua golpea mis pies descalzos. Si mi corazón estuviera entero podría disfrutar de este momento, pero en verdad que no puedo.

¿Cómo es qué se puede vivir después de enterarte que tú madre morirá?

Ella se irá pronto y no puedo hacer nada. No tengo la oportunidad de salvarla.

El cielo es del mismo color que en el cuadro que pinté al lado de Camille, sin embargo hoy me parece que está lleno de tristeza y desolación.

Jamás me había sentido tan mal. Ni siquiera cuando Claudia terminó conmigo.

Esto es distinto.

Es como si hubieran clavado un puñal en mi corazón y me hubiesen pedido que siguiera caminando.

No quiero volver a casa, no puedo verla... pero Camille aún sigue ahí y necesita una explicación.

Camino un poco más y media hora después me pongo en marcha.

Al llegar veo que la preciosa castaña está sentada al lado de mi madre viendo un álbum de fotografías viejas.

—Y ahí —Señala mamá—. Josh se disfrazó de pollito para un festival de primavera. Lo hubieras visto. Se veía tan adorable que varias niñas se abalanzaron contra él y se lo querían comer a besos.

Mi princesa suelta una carcajada. 

—Mi niño, has llegado —agrega, cuando se percata de mi presencia—. Creímos que estarías un poco más afuera —dice con la mirada cargada de compasión.

No le respondo. No tengo palabras para eso. Sé que si musito algo me derrumbaré, y a pesar de que muero porque me consuele, necesito ser fuerte; mamá no me tiene que ver mal.

—Le he estado mostrado uno de los viejos álbumes de recuerdos. Espero que no te moleste, pero quería enseñarle lo tiernos que eran tú y tu hermano —murmura mi madre.

Su mirada hace un recorrido en mi rostro, aparto mi vista de ella. No quiero que sé de cuenta de que he llorado.

—Por supuesto que no me importa —Me acerco hasta Camille y la rodeo con uno de mis brazos—. Se le han acabado las ideas para molestarme, necesita algunas nuevas.

—En ese caso, de ahora en adelante te llamaré pollito —sentencia mi preciosa.

Beso su coronilla.

Siguen pasando las páginas del libro hasta llegar una en dónde mamá carga a Tyler entre sus brazos.

En ese entonces ella todavía estaba fuerte y lucía completamente distinta. Su cabello estaba brilloso y le caía hasta debajo de los hombros, su sonrisa podía alumbrar una noche oscura, pero lo que más demuestra es que tenía las ganas intactas de seguir luchando. 

Cuando eras mía©Kde žijí příběhy. Začni objevovat