39. Nuestra canción

3K 287 48
                                    

Supongo que este año no ha sido de todo grato, pero aquí estoy, parado en un salón tan elegante como el traje que estoy usando, rodeado de gente que me desprecia o que simplemente no les intereso

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Supongo que este año no ha sido de todo grato, pero aquí estoy, parado en un salón tan elegante como el traje que estoy usando, rodeado de gente que me desprecia o que simplemente no les intereso. 

Esto no podría ser más deprimente. 

Camille no me llamó, así que imagino que la pasaré completamente solo. Más allá de mis sentimientos hacia ella, quería que estuviera aquí conmigo, acompañándome. Ver un rostro conocido no le cae mal a nadie.  Sasha vendrá en un rato, pero eso no es suficiente. Necesito sentirme feliz y eso es algo que la castaña solamente me provoca. 

Camino de un lado a otro sosteniendo una copa de whisky. Contemplo los distintos rostros femeninos que me rodean. Hay muchas chicas muy preciosas, sin embargo, sigo sin querer a alguien más en mi vida. Me dirijo hacia un par de hombres que platican sobre deportes. Trato de seguirles el juego. Sólo basta reírme cuando ellos lo hacen. 

—¿Y James qué hay de ti? —cuestiona Bar, el jefe de recursos humanos—. ¿Te encuentras bien? 

—¿Por qué no lo estaría? —respondo petulante, tratando de ocultar mis emociones. La arrogancia para eso sirve. Para no quedar como un débil ante los demás—. Cae la nieve, hay mujeres hermosas y tengo mi copa llena. Todo en mi vida va perfectamente bien. 

Bar y el otro sujeto que desconozco se miran con complicidad.

—Eso es bueno, Scott. Es grato saber que por fin has dejado atrás a la hija de Sanderson —Me señala con su copa, para que brinde junto a él. Sonrío forzadamente—. Camille es buena chica y una presiosura, pero si no fue capaz de perdonarte. La que sale perdiendo es ella. 

Aprieto la mandíbula, tratando de quitar el impulso de querer golpearlo. No tiene ni maldita idea, de que él que ha salido perdiendo he sido yo. Doy un sorbo largo de mi trago. Nadie menciona nada y mejor cambian el tema, sin embargo ya no converso, sólo me dedico a escucharlos y a asentir de vez en cuando.

La banda ha empezado a tocar algo de jazz y hay parejas empezando a bailar al centro de la pista. 

Doy un pretexto y salgo de ahí. Entro al baño y contemplo mi reflejo. 

Que lástima que no pueda sentirme tan bien como se ve mi apariencia. 

—Eres un fracasado, James. Un idiota fracasado —pronuncio para mí mientras mojo mi rostro. 

Está fiesta es una mierda. Debí de haberme quedado en casa junto a Sasha y hacer lo mismo que la noche de Navidad. Comer pizza y disfrutar de las caricaturas que solíamos ver de pequeños. Prefiero mil veces eso. No tolero el inmenso hueco que siento en el pecho, ni la tristeza que se me ha formado en el corazón. 

Respiro profundo y vuelvo a salir a enfrentar la realidad, sin embargo al hacerlo, veo su silueta parada de frente justo a unos cuantos metros de mí. 

Sonrío y me atrevo a hablarle. 

—. Veo que decidiste venir. 

Camille se encoje de hombros pero responde. 

Cuando eras mía©Where stories live. Discover now