38. Navidad

3K 264 48
                                    

 Al acabar de adornar la casa, Tyler y yo decidimos darnos una escapada a la playa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

 Al acabar de adornar la casa, Tyler y yo decidimos darnos una escapada a la playa. Ambos estamos agotados y queremos descansar para ir mañana por nuestros padres. Hemos pasado todo el día decorando la fachada y el árbol que decidimos comprar hace un par de días. Si bien, no nos quedó espectacular, sé que a mi madre le encantará. Pusimos todos los adornos de la misma forma en que ella lo solía hacer antes de que le diagnosticaran su enfermedad. 

Creo que si está es la última navidad que pasamos todos juntos, vale la pena volver a tener ese espíritu navideño que el cáncer nos arrebató.

—¿Y qué es lo que le dirás? —cuestiona Tyler, mirándome a los ojos.

—¿De qué hablas? 

—¿Qué harás cuando mamá pregunte acerca de Camille?  Sabes que ella la adora y no dudará en preguntarte acerca de por qué no está aquí. 

Me encojo de hombros. 

Había logrado burlar a mi mente de su recuerdo tan bien el día de hoy que había olvidado el qué le diré a mis padres. No sería cortés de mi parte contarles la verdad de mi separación, pero tampoco es justo ocultarle la realidad a mamá. 

—No sé, algo se me ocurrirá —musito mientras contemplo un par niños correteándose entre ellos—. Puedo inventarle algo, o simplemente decirle que lo nuestro no funcionó y ya. A veces esas cosas pasan, el tiempo corre, las emociones cambian y las personas se marchan. 

—Eso sería algo creíble, si supiera que Camille no te engañó. 

Suspiro. 

—¿No has hablado con ella? La última vez que la vi, lucía bastante arrepentida. Nunca creí que te diría esto, pero...¿por qué no le das otra oportunidad? Se ve que ambos se adoran y no pueden seguir con esta tontería. Los dos estaban bastante bien antes de que todo el drama de su ex novio apareciera. ¿No crees que vale la pena luchar por lo que quieres? 

—No sólo es por eso. Ella y yo tenemos ideas diferentes —murmuro. El agua me golpea los zapatos, sin embargo no me los quito—. Supongo que así es la vida. Me permitió conocerla para después arrebatármela.

—Eres un idiota. 

—Gracias, eso ya lo sabía. 

He estado a punto de perdonarla. He tenido que aguantarme las ganas de no salir corriendo cada vez que sabía que estaba en casa de André o en su estudio. Pero... no sigo sin encontrarle sentido sentido a nada. ¿Qué es lo que ganaríamos si regresamos? 

Estaremos felices un tiempo, sí. ¿Pero y después? 

Yo no me conformaría al saber que no estamos casados. Y a pesar de que ahora no me gustaría formar una familia, sé que en un futuro esa será mi prioridad. Me he imaginado un montón de veces esa escena. 

Ella pintando en el patio, mientras nuestros pequeños corren por el pasto persiguiendo una mariposa, y yo con mi cámara en mano capturando la magia de ese mágico momento. 

Cuando eras mía©Where stories live. Discover now