31. Un corazón roto y cientos de lágrimas

3.2K 281 111
                                    

Camino un poco calmado escuchando las olas del mar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Camino un poco calmado escuchando las olas del mar. No estoy sorprendido. Esperaba que ella hiciera algo así. Sólo bastaba ver como se miraban, sin embargo eso no quita el hecho de que mi corazón está completamente destrozado. Pero no me arrepiento de haber terminado nuestra breve relación. La amo, pero me amo más a mí. 

Las lágrimas han parado, vuelvo a ver con claridad. 

Tomo mi motocicleta, me monto en ella y conduzco un buen rato sin pensar en algún destino. Lo único que busco es borrar la imagen de Camille y de ese imbécil juntos. 

¡Demonios! 

Sólo le pedí una maldita cosa y no supo cumplirla. No supo amarme de vuelta. Tal vez, ella sea una lección; una persona que apareció sólo para que la vida me demostrara que a veces nada es justo.  

Me detengo en una licorería y compro una botella de tequila. Si quiero pensar claro necesito estar ebrio. No quiero pensar en ella de forma coherente y racional, porque puedo hacer alguna locura. 

Ahora quiero que amanezca para tener una maldita excusa de verla una última vez.  

  

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


He entrado hace un par de horas. No ha venido a dormir. Tal vez haya pasado la noche con James. No me sorprendería. Entro tropezando con la puerta. El alcohol ahora forma parte de mi sangre. 

Entro al baño y contemplo mi reflejo. Inmediatamente río a carcajadas. 

Una chica ha logrado partirme el corazón por completo, otra vez. 

Soy tan patético. Apesto tanto a licor que al olerme me dan  arcadas. No recuerdo haber bebido tanto alguna vez. 

Abro el grifo y mojo mis manos para refrescarme un poco, de reojo vislumbro la cadena que me ha dado. Sin pensarlo y con expresión monótona lo desabrocho, estiro mi mano y alcanzo el bote de basura.

Podría tirarlo. De todas formas a ella no le interesaría. Acaba de hacer lo mismo con mi estúpido corazón. 

La mano me tiembla, pero decido no soltarlo. No soy como Camille. Yo si cumpliré con mi promesa. 

Cuando eras mía©Where stories live. Discover now