Secuela de "Cuando era tuya", para poder leerla tendrás que haber leído el primer libro.
Dicen que el primer amor nunca se olvida; dicen que donde hubo fuego cenizas quedan, pero Camille está convencida de que ha olvidado a James Scott, el hombre...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
—Entonces... ¿crees poder encargarte de la sesión tú solo? —pregunta André, preocupado—. Adeline tiene cita en la corte y necesito darle todo mi apoyo. No pienso dejar que enfrente esto ella sola.
—Descuida, puedo hacerlo —añado.
—Gracias, Josh —Toma su saco y se prepara para irse—. ¡Diablos! Olvidé decirte que Scott me llamó ayer.
Quito mis ojos de la hoja donde son las especificaciones para llegar al sitio en donde será la sesión de fotos y lo observo con atención.
¿Y ahora qué es lo que ese idiota quiere?
No me dan celos, pero de cierta manera, está empezando a enojarme que quiera recuperar el amor de Camille a toda costa. Confío en ella, pero en James no.
—Ha querido saber su dirección —murmura. Lo fulmino con la mirada y ruego a Dios porque no se la haya dado. Suficiente tengo con haberlo aguantado en Nueva York—. ¡Tranquilo! No le di nada. Estaría mal de la cabeza si me atreviera ha hacerlo.
Suspiro.
—¿Tan difícil es dejar de buscar a Camille?
—La ama, Josh—agrega, mientras sale de la oficina dejándome solo.
Descuelgo mi cámara y prendo el ordenador. Necesito vaciar la memoria para tener el suficiente espacio para al rato. Contemplo cada fotografía que tengo.
La mayoría son de Camille.
Amo tomarle fotos, luce tan hermosa que me es imposible no hacerlo.
Estoy acostumbrado a fotografiar absolutamente todo lo que amo, y mi princesa no es la excepción.
Embobado, contemplo mi fotografía favorita de todas.
Es ella bailando en la playa. El fondo está coloreado de un suave naranja, tenía los ojos brillantes y su pelo le volaba por el viento.
Si me llegasen a preguntar cuál es mi paisaje favorito diría que ella.
Camille es uno de esos paisajes que te hacen perder la cordura, de esos que mientras más los ves, menos puedes creer que en verdad existen.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
