Secuela de "Cuando era tuya", para poder leerla tendrás que haber leído el primer libro.
Dicen que el primer amor nunca se olvida; dicen que donde hubo fuego cenizas quedan, pero Camille está convencida de que ha olvidado a James Scott, el hombre...
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Llevo las manos directo a mis ojos para espantar las lágrimas que me impiden dar el siguiente paso. No he tomado un taxi, prefiero que el viento golpee mi rostro para despejarme de todos esos pensamientos que hacen un torbellino de emociones dentro de mí.
Sus palabras siguen resonando dentro de mí, y la idea de él enredado entre las sabanas con esa respectiva rubia, me causa nauseas, y aún así no dejo de imaginarme aquella escena.
Joder...
Joder...
Joder...
En verdad que sigo sin creer que Josh se haya acostado con otra chica. Vale, que él y yo ya no estábamos juntos, pero ¿dónde está todo el amor que me juraba? ¿acaso tomó clases de magia y lo desapareció?
¡Me siento tan imbécil!
Ayer hicimos el amor como dos locos y hoy viene a contarme que se revolcó con otra. Besó de la misma forma que me besa a una total desconocida... ¡Y sus manos recorrieron un cuerpo que no era el mío!
Que decepción, de verdad.
Mi celular suena y yo maldigo. Lo tomo, aunque estoy segura que es él. Sin embargo, al escuchar la voz de mi mejor amiga me relajo de inmediato.
—Feliz año, guapa. ¿Qué tal todo? —pregunta y yo suspiro—. ¿Estás bien, Camille? Te he marcado porque André me ha contado que posiblemente tú y Josh ya habían arreglado sus diferencias.
—Y es así. Sólo que no estamos juntos, Adeline. Josh y yo hemos cometido muchos errores, no es correcto volver a iniciar una relación —contesto con tono seguro—.No ahora. ¿Puedo marcarte en diez minutos? Voy caminando hacia el departamento, necesito ducharme.
—¿Te parece si llego en hora y media? Tengo cosas que contarte.
—De acuerdo —digo y cuelgo.
Aunque no me apetece ver a Adeline, necesito sacar toda la rabia e impotencia que siento en estos precisos momentos, y sé que a su lado es la manera más segura en que puedo hacerlo.
°°° —¡¿Qué Josh hizo qué?! —exclama cuando suelto la noticia.
—Por favor, no me hagas repetirlo una vez más. Siento como si me quemase la garganta —Doy un sorbo a mi soda y clavo mis ojos a los de ella—. En definitiva, no regresaré con él, lo nuestro se acabó.
Asiente y me mira con preocupación.
La tristeza ya se me ha pasado ahora estoy llena de ira.
—Ese idiota me va a escuchar, te lo prometo.
Niego con la cabeza.
No quiero que se meta en esto. Le he dicho a Josh que seremos amigos, y eso es lo que planeo hacer. Seguir sólo con la amistad que él y yo teníamos antes de besarlo en México. Tal vez sea lo mejor para todos.
