20. Trato hecho

3K 267 60
                                    

Este es el día de Acción de Gracias más mierda que he vivido

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Este es el día de Acción de Gracias más mierda que he vivido. 

Estoy en un cuarto de hotel que está completamente vacío, sólo estoy yo y mi miserable existencia.  

Aviento al techo blanco la pelota de goma que he comprado en el supermercado. Maldita sea, se supone que esto me tiene que relajar, pero me irrita más. Por cada golpe que da, me viene a la mente la maldita imagen de ver a Camille siendo atacada por Marcus. 

Es increíble lo mucho que deseo estar con ella para protegerla por siempre, y a pesar de que dos guardias están esperando transferir al bastardo ese al penal de Glenn, me encantaría ir a terminar con su vida, pero creo que eso es algo que harán en cuanto esté dentro de las rejas. 

Eso es lo que obtienes si decides meterte con Camille. 

Suelto la estúpida pelota y la lanzo a lo lejos. 

¿Qué estará haciendo ella en este preciso momento? 

Ella y yo solíamos pasarla con su familia, aunque prácticamente pasábamos todo el tiempo solos. Anastasia y Logan llegaban hasta en la tarde y los señores Sanderson iban a eventos de caridad, así que nuestra rutina los últimos seis años se basaba en ver alguna de sus películas favoritas mientras recargaba su cabeza en mi pecho. 

Suspiro. 

Ella era mi única familia y la perdí. 

Ahora, apostaría todo mi dinero a que se encuentra acostada en su cama al lado de ese imbécil al que le dice amor. 

Busco mi celular y decido admirar mi fondo de pantalla. Es la última fotografía que nos tomaron juntos, en la cena de ensayo. 

Justo cuando voy a bloquear la pantalla, esta se ilumina con la fotografía de André.

—¿Qué quieres? —respondo con desdén.

—Nada.  Te he llamado porque mi pequeña quiere hablar contigo —añade con desagrado, por el contrario a mí se me dibuja una sonrisa en el rostro.

¡Camille quiere hablar conmigo! 

—¿Lo dices en serio? —cuestiono sorprendido—. ¿Podrías pasármela?

No me gusta que quiera hacerlo por haberla ayudado ayer, pero necesito aprovechar esta oportunidad. 

—No tengo porque mentirte —Hace una pausa, y después se escuchan unas cuantas palabras que estoy seguro no son para mí, puesto que dicen lo siguiente—:  ¿Segura que quieres hacerlo pequeña? De acuerdo, aquí tienes. 

Al oír que la bocina del teléfono se mueve, mi corazón da un brinco enorme y el estomago se me encoje.

—Hola, James —murmura con su voz fría—. Feliz día de Acción de Gracias. Espero que tengas una maravillosa noche.

Cuando eras mía©Where stories live. Discover now