Capítulo 1

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 8 meses antes

—Te juro que me la está haciendo, Lali —me decía Cande mientras cortaba las cebollas.

—Ay, Cande, por Dios. Vico no te pone los cuernos —le contesté, yo estaba calentando la sopa en la estufa y preparando el pollo.

Se escuchó un "hola" mientras alguien cerraba la puerta. Era Agus, nuestro mejor amigo.

—Claro que sí, todos los hombres son unos forros.

—Ah bueno sí, todos... —la miré—, menos tu novio.

—A ver... —nos dijo Agus interrumpiendo la conversación—, tu novio,¿es un hombre? —le decía jodiendo a Cande y ella asintió de mala gana—. Entonces por supuesto que es un forro.

—¡Viste! —soltó enojada. Yo le lancé una mirada a Agus para que no jodiera.

—Oye, se acabaron el jugo —soltó Agus cerrando la puerta de la heladera.

—Uy, que lástima. ¿Sabés qué pasó?, nos acabamos nuestro jugo, de nuestra heladera, de nuestra casa, qué lástima —troné la boca y Agus me miró mal— ¿Vos no trajiste tu jugo, de tu casa?

—Para eso hay que pagar —me jodió—, ¿cuántos meses te debe, Cande?

—¡Bah! —rodé los ojos—, ¿qué vos no tenías casting?

—No boluda, otra vez le dieron el papel a Gastón Soffriti —Agustín se sentó en donde se supone que era mi silla—. No puede ser, encima es un musical, él ni siquiera canta. Igual que vos, actores incompletos —bufó.

Lo miré mal y me senté a comer. Cande puso el pollo a asar con verduras al vapor. Mientras probaba la sopa y la comía, seguí la conversación.

—Mirá, yo no canto porque soy una actriz seria, entrenada, profesional —le explicaba a Agus.

—Sí, sí, entendido —me ignoró completamente—. Entonces, estábamos hablando de que tu novio es un chanta —volteó a ver a Cande y ella lo miró mal. Nos puso el pollo y las verduras al centro para poder servirnos.

—Gracias, amigo... por tu apoyo —le dijo enojada.

—¿Por qué decís que te pone los cuernos?

—A ver... —carraspeó la garganta—, ayer cuando se fue de aquí, me dijo que tenía que dormir temprano porque tenía un torneo por la mañana, así que no le dije nada, obvio. Pero a eso de las doce de la noche, vi en Instagram una foto de él con sus amigos de joda —Agustín soltó un "uh" —. Nunca me había mentido y no quiero pensar en todas esas forras que estaban ahí con él. Y para joderla más, le llamé al instante y no me contestó.

—Yo entiendo amiga, y es muy raro en él que no te haya dicho —la interrumpí—. Pero estoy segura que te ama, a Vico lo conocemos hace varios años y sé que no sería capaz de eso. Igual, sus amigos esos sí son chantas, seguramente fueron por él para irse de joda.

—Perdóname pero si sus amigos son los chantas, hay una probabilidad de un noventa y nueve por ciento de que él también lo sea. —Agustín seguía cagándola y le di una patada por debajo de la mesa.

—No lo escuches Cande, está jodiendo —le tomé la mano y le sonreí—. Yo si fuera vos, hablaría con él. Si vos confiás en él, todo va a ser mejor, ya verás.

Después de comer, Agus se fue a tirar al sillón de la sala y se puso a ver fútbol, Cande me ayudó a recoger y a lavar los platos. Yo me cepillé los dientes y me despedí, tenía un par de castings y un callback hoy por toda la ciudad.

—¡Eh, Lali! —me gritaba Agus antes de que yo saliera— Comprá un juguito, ¿no? —Al final se rió y yo salí del departamento.

—Ahí, perfecto —me movía para que la luz me diera en la cara— Venga, ¡acción!

A Mi ManeraWhere stories live. Discover now