A Mi Manera

Capítulo 24

Después de un rato entre charlas y vino, nos invitaron a jugar Bullshit, un juego de cartas el cuál no entendía para nada, así que se tomaron el tiempo de explicarme, al parecer era un juego que se lo tomaban muy enserio en la familia.

—Llegaron justo para la ronda de la revancha —Juan comenzó a barajear las cartas y repartió—. Es bastante sencillo, no te preocupes. El truco está en deshacerte de todas las cartas que tenés en tu mano. Vi cómo todos acomodaban las cartas en sus manos y yo imitaba a Peter, que al parecer disfrutaba de verme confundida, le lancé una mirada asesina en broma.

—Muy bien, voy a ver qué tengo —decía Juan—. Y bueno, tengo dos ases —tomó dos cartas y las puso boca abajo sobre la mesa, me miró— ¿Vos qué decís en este caso?

Miré las cartas que tenía en la mano tratando de concentrarme y vi que tenía tres cartas de as, recordé que por cada número había cuatro cartas, así que lo pensé dos veces antes de hablar y atacar. Peter me miraba atento pero con mirada juguetona, Gastón y Claudia también sonreían.

—Digo bullshit —solté un poco segura. Escuché una risita de Rochi mientras veía sus cartas y Peter me seguía mirando feliz.

—¿Qué?, perdón, no te escuché —decía alegre Juan.

—Dije ¡Bullshit! —grité al mismo tiempo que soltaba una risa y me tapaba la cara con mis cartas.

—¡Eso carajo! —gritó enseguida Juan—.Ya sabés jugar, dame esos cinco —le choqué su mano mientras reíamos todos y Claudia volteaba las dos cartas que estaban boca abajo para comprobar que no eran las dichas.

—Impresionante. Aprendés rápido —Peter se acercó a mí sonriendo y me plantó un beso en la mejilla enfrente de su familia.

—Lali, ¿sabías que Peter es el campeón del Bullshit? —comentaba Rochi.

—Ah sí, ¿y eso por qué? —contesté mirándolo.

—Y... es un don que la vida me dio —decía canchero—. Uno de los muchos que tengo —reímos por su comentario y volvimos a jugar.

—Muy bien, quiero verte perder entonces —dije competitva.

—Wow, wow, cuidado por donde vas, Lali —dijo con humor su papá mientras los demás reían.

—¿Ves el pequeño tablero de allá? —me señaló Peter un tablero de madera colgado junto al calentador.

—Sí, veo escrito un Peter y una corona encima.

—Exacto, soy el rey —se hacía el canchero—, ¿aún querés desafiarme? —dijo riendo.

—Por supuesto —le guiñé el ojo y se escuchó en coro un "uu" de los demás. Juan barajeó las cartas y las repartió entre todos.

—Muy bien, dos tres —Juan bajó sus dos cartas y las puso boca abajo de nuevo.

—Un cuatro —dijo Claudia y lo imitó.

—Tres cincos —dijo Peter y lo miré dudosa.

—Bullshit —solté de una y todo me miraron sorprendidos.

—¿Segura? —Peter me miró alzando una ceja y con la sonrisita compradora—. No te olvides de eso —señaló con su cabeza el tablero.

—Apuesto a que estás bastante orgulloso por eso —dije riendo un poco nerviosa mientras Peter me miraba emocionado y tomaba las cartas que había puesto en la mesa, las enseñé para que los demás la vieran.

—Tres cincos —reí vencida y Peter me guiñó el ojo.

—¿Segura que me querés ver perder? —preguntó de nuevo haciéndose el canchero.