one hundred six.

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one hundred six.

los desayunos familiares para luke siempre habían sido una parte importante de su vida, pero ese día todo se sentía ajeno.

familiar. familia.

michael había sido parte de su familia desde hace mucho tiempo, y sin duda su ausencia se dejaba sentir.

michael.

michael.

michael.

michael.

ashley.

michael y ashley.

su estómago se revolvió ante el pensamiento de ellos dos juntos y alejó el plato de panqueques que apenas había tocado, atrayendo las miradas de sus padres.

"pensé que te gustaban mis panqueques." su padre frunció el ceño, sintiéndose un poco herido por el rechazo de luke hacia su comida, casi nunca cocinaba y se había ofrecido a hacer los panqueques sólo porque luke estaba allí con ellos.

"si me gustan, papá." se aclaró la garganta, la culpabilidad invadiéndolo cuando notó la espresión herida en el rostro de andrew. "es sólo que no tengo hambre."

"¿te sientes bien?" liz le preguntó con suavidad.

el rubio asintió con la cabeza y se levantó de la mesa.

"voy a recostarme un rato." revolvió el cabello de melody. "termina de comer tu desayuno." antes de retirarse de la cocina, le dio un beso en la mejilla a su madre y, de igual manera, uno a su padre.

subió las escaleras rápidamente y se encerró en el baño.

los eventos del día anterior llegaron a su mente de manera casi inmediata, y comenzó a sentirse mareado.

"deja de pensar en ello." susurró.

¿lo habría tocado ella mejor que él? ¿habría encontrado el punto dulce de su cuello? ¿habría sido mejor que él?

"no pienses en ello." golpeó sus sienes con frustración y haló su cabello. lágrimas cubiendo sus mejillas.

¿y si michael había estado consciente cuando lo hizo y lo había disfrutado?

apretó el borde del lavabo con sus dedos, cerrando fuertemente sus ojos y deseando que las náuseas se fueran, más no fue así, pronto ya se encontraba vaciando el poco contenido que llenaba su estómago en el retrete. pasaron unos minutos para que pudiese levantarse del suelo, tembloroso, sudoroso, con la respiración agitada y se detalló en el espejo.

sus ojos lucían apagados y cristalinos, tenían al rededor unas ojeras muy marcadas. odió su reflejo.

apoyó su espalda en una de las paredes del baño y terminó por sentarse en el piso de nuevo, encogiéndose en su lugar y abrazando sus rodillas, incapaz de controlarse a sí mismo

"no pienses en ello, no pienses en ello, no pienses en ello, no pienses en ello."

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sepan que esto me duele más a mi que a ustedes.

oh, melody... mgc+lrhWhere stories live. Discover now