Décimo primero

11K 520 48
                                    

Stella

Suspiré pesadamente, lo último que quería era hacer fila por unas vitaminas. Lastimosamente no podía ir a otro lugar para conseguirlas porque estas vitaminas me las recetaron aquí y tengo la receta médica que me dieron para canjearlas solamente en este preciso lugar. Por lo que me enteré de otros pacientes de la fila, es que el encargado de la farmacia de este hospital no estaba. De todas maneras avisaron que iba a llegar en cualquier momento, entonces decidí esperar para no hacer otra vuelta más tarde.

Mi móvil suena y yo rápidamente lo saco de mi bolsa. Era Daniel.

Mi amor, te estaba llamando por el teléfono de la casa y no contestaste — es lo primero que dice al yo atender.

— Perdón Dani, estoy en el hospit-

Wow, ¿en el hospital? — oigo cómo se alarma — ¡¿Te pasó algo a ti o al bebé?!

— No Daniel — me río un poco — Las vitaminas de ácido fólico se acabaron y tuve que venir por más.

Vaya, me asustas — suspira.

— Lo siento cariño, pero tú te me adelantas — ruedo mis ojos, aún sabiendo que él no podía verme.

Bueno nada más quería saber cómo estabas, cielo. Volviendo a casa te llevaré a cenar, ¿qué dices? — propone, yo sonreí, mordiendo mi labio inferior.

— Me convenciste — lo oí reír — Está bien. Concéntrate en tu trabajo, te veo más tarde. Te amo, ¿me oíste?

Yo más, Stella. Hasta más tarde.

Colgando, guardé mi celular en mi bolso. Aún la fila se mantenía y hasta creo que se hacía cada vez más larga. Ya las personas se estaban quejando, pero nos aseguraron que no tardaba nada en llegar el encargado. Yo espero que así sea.

Harry

Iba a avisar en recepción sobre lo ocurrido cuando siento una mano tomar mi brazo para detener mi camino. Volteo hacia la persona que me tomó y veo que es el doctor Steve.

— Harry, hermano, ya hemos avisado a recepción, no se preocupe. — me avisa sobre la fila de pacientes. Sabía que Steve no tenía duda de que iría a avisar.

— Hay mucha gente esperando ser atendida, además por lo que veo también se está llenando la sala principal, bloqueando el paso de muchos, ¿no crees? — miro hacia todos.

— Lo tenemos en cuenta, doctor. Pero ya viene en camino el farmacéutico, según esto él tenía una urgencia en el piso ocho. Pero ya no tarda — me sigue informando, yo asentí acuerdo a lo que me decía.

Se retira el doctor Steve por unos asuntos y a los minutos llega el encargado, veo a muchos pacientes relajarse ante la situación y al fin son atendidos. La fila avanza rápido y la sala se va despejando de a poco. Creo ya todo estaba en su lugar, por lo que veo.

— Doctor Styles — miro y veo a una de mis pacientes acercarse a mí — Hola, ¿cómo se encuentra?

— Buenos días señorita Griffin. Estoy bien, ¿y usted cómo le ha ido? — le sonrío con amabilidad. Mis ojos no pueden evitarlo pero discretamente miro hacia su vientre, en donde ya se miraba más abultado a comparación a la última vez que la vi. Vuelvo a su mirada, queriendo no ser tan descortés.

— Genial, vengo saliendo de esa cansada fila pero todo bien — me muestra la cajita de su medicamento — En fin, seguramente tiene muchas cosas por hacer, así que lo dejo en su labor. Fue un gusto poder saludarlo doctor.

Dr. StylesWhere stories live. Discover now