Dr. Styles

Trigésimo tercero

Stella

— Y doctor Harry, cuéntenos un poco más sobre usted. ¿Familia, hijos? — mi mamá preguntó con el fin de saber más sobre él. Era típico de ella, le gustaba conocer demasiado sobre la vida personal de las personas.

Lo miramos, él deja su taza de café sobre la mesa después de haberle dado un pequeño sorbo. Lo oí aclarar su garganta antes de responder.

— No, por el momento no me he casado. Estoy en una etapa en donde el trabajo me mantiene muy ocupado, pero quizás más adelante — dice, ellos asintieron.

Se ha dedicado desde hace unos años en dar ultrasonidos y atendiendo partos, me pregunto si él alguna vez ha pensado en formar una familia o simplemente no. Ese "quizás" no se oye muy seguro, pero tal vez yo lo malinterpreté así, de todas maneras él solamente sabrá.

— Hay suficiente tiempo para todo, ¿no es así? — mi papá miró hacia él — ¿Cuántos años tiene?

— 27, señor.

— Sí, hay tiempo — mi papá dice muy seguro de sus palabras, y lo creo también, aún es muy joven — Mucha gente empieza a formar su familia desde una temprana edad, y no digo que esté mal, cada quien hace las cosas a su manera pero, nada mejor que estar preparados para una gran responsabilidad. Por ejemplo usted ya terminó su carrera, es un joven adulto responsable, ha de tener un buen sueldo si me permite decirlo, yo creo que es cuestión de que usted ya decida cuándo. Es un muchacho preparado, y todo lo hizo acorde a su debido momento. Así las cosas tienen que ser.

— Exacto. Mi esposo y yo terminamos la universidad juntos cuando nos conocimos. Él derecho y yo para ser educadora. Mientras éramos novios, nosotros trabajamos duro para conseguir esta casa, un auto, entre otras inversiones para nuestra comodidad. Luego decidimos casarnos. El tenía 33 y yo 32 cuando tuvimos a Stella. Gracias aquello podríamos decir que no le faltó nada — mi mamá pone su mano encima de la mano de mi papá, yo sonreí.

—Y me siento orgulloso de Stella. Terminando también su universidad junto a Daniel, ambos formalizaron lo suyo casándose, y tiempo después ya su primer hijo viene en camino — papá comentó.

— El amor y la dedicación logran grandes cosas — mi mamá asintió, totalmente de acuerdo.

— Así que no se presione muchacho, seguramente el destino ya viene hacia usted. Solo espere y mire — da por terminada mi papá.

Papá siempre da consejos, aún cuando no los necesitas. Harry pareció atento a las palabras de mis padres, en ningún momento se vio incomodo, se notaba que no tenía razones, todo fluyó bien. Luego los recuerdos de las charlas de mi padre y Daniel pasaron por mi mente. Parecía que papá le daba regaños en lugar de charlas. No le gritaba, pero sí se mostraba serio. Y al parecer a papá le agradó Harry, y eso es genial, me gustaría que fuera así con mi esposo.

Le pedí anoche a mi papá que me llevara mañana temprano a casa, es que tenía a González solo allá. Como quiera estaba dentro de casa y sí lo dejé con bastante comida y agua pero debía volver. Salimos de su casa a las ocho de la mañana y me despedí de él llegando. Entré a casa y miré a mi amigo frente a la puerta, al parecer oyó el sonido del auto y corrió hacia aquí. La casa estaba en completo orden, no había ningún rastro de algún plato roto.

— Al parecer te portaste bien, Gonzy — acaricié su pelaje, él ladró — Miraré arriba y verificaré, eh. No te has salvado aún.

Subí las escaleras, él iba detrás de mí. El pasillo estaba todo ordenado, entrando a la habitación la cama estaba intacta, pero eso sí, al parecer destruyó los zapatos de Daniel que supongo que sacó del cesto.