Trigésimo cuarto

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Harry

Coloqué un poco de gel sobre su vientre, terminando, me quité los guantes para tirarlos al contenedor de basura que tenía ahí al lado. Tomé el aparato e inicié con el proceso. Cuando las pacientes tenían más de siete meses de embarazo, los signos eran más fáciles de observar. Le dije unas indicaciones al respecto y dimos por terminada la cita.

— Doctor Styles, favor de pasar a recepción — se oyó por la bocina del pasillo — Doctor Styles, favor de pasar a recepción.

Tuve que ir a primer piso del hospital, llegué a pensar que me llamaban para una nueva lista de próximas consultas pero en recepción vi a Stella. Ella me sonríe tímidamente al verme, yo no hago más que mirarle un poco confuso sin poder evitarlo.

— Señorita Griffin, muy buenas tardes, ¿pasa algo? — me acerco a ella.

— Doctor, no pasa nada, yo pedí que lo llamaran — responde nerviosa, esperando otra reacción mía pero yo solamente seguía confundido — Me dijeron que su tiempo libre comenzaba ahora.

— Sí, en efecto — miré mi reloj de muñeca, después volví a verla — ¿Por qué no me acompaña a la cafetería?

— Por supuesto — asiente.

Caminamos hacia allá, donde nada más llegando ella busca algo en su bolso. Parece encontrarlo, así que cuando lo saca, me muestra una vasija.

— Espero no parecer una extraña, pero te hice el aperitivo — me lo tiende.

— Vaya, es muy amable — lo tomo, siendo sincero todo esto me intrigaba. No me cabe duda que ella es una muy buena persona pero quería saber la razón — Dime, Stella. ¿Pasa algo?

— No, realmente no — ríe levemente — Eh... ¿tomamos asiento?

— Oh sí, disculpe.

Ambos nos sentamos, yo dejo la comida sobre la mesa.

— Vine hace como media hora, en verdad no sabía sobre tu tiempo libre así que le pregunté a la recepcionista. Ella me dijo que estabas atendiendo una paciente pero que después de esa consulta usted tendría su hora libre. Tuve suerte, por lo que no tuve que esperar mucho — se sonroja — Espero te guste lo que cociné, por cierto.

— Muchas gracias Stella. Es un gran detalle — sonreí — No sé si estoy equivocado, pero, presiento que quieres decirme algo más.

— Sí — vuelve a reír — También quise platicar sobre algo con usted.

— ¿Y sobre de qué se trata?

— No es algo tan importante, no te preocupes. Para no quitarte tiempo, mejor come ahora. Saliendo quizás podamos platicar, si puede claro — toma la comida y comienza a abrirla para mí.

— Salgo en dos horas, ¿está bien? — añadí.

— Está perfecto — ella sonríe.

Stella

Pienso que es lo mejor pedirle aquello. No pienso que afecte mucho, es mejor que crear un problema. Sería absurdo que lo fuera, porque nada de lo que hacemos está mal. Pero dicen que es mejor prevenir que lamentar. No es un tema tan importante sin embargo.

Mi celular vibra, yo rápidamente lo tomo para atender la llamada. Veo en la pantalla antes de contestar, es Chelsea.

— Hola — digo feliz, al fin señales de ella — C-Chelsea, te he tratado de localizar.

Hola Stella — dice, en el fondo se escucha algo de ruido, como taxis y gente — Perdóname, salí de la ciudad y ahora respondo las llamadas pendientes.

— Que bueno que lo aclaras, ya me estaba preocupando — suspiro en ese modo de alivio.

Lo imaginé por tus 20 llamadas perdidas — ríe.

— Sí, oye... Gracias — dije seriamente.

¿Por qué?

— Por no soltarle la bomba a Daniel sobre ya sabes qué — miré alrededor.

Oh... no es nada.

— Exacto, no es nada. Él lo sabrá de todas maneras, no me preocupo por ello ¿sabes? — aclaré, por si las dudas.

Lo sé. ¿A quién tratas de convencer? ¿a mí o a ti? — trata de sonar divertida, yo frunzo mi frente al oír eso último.

— Tengo que irme, Chelsea. Me alegra haber podido hablar contigo — suspiré — Hablamos luego, adiós.

Guardo el celular en mi bolso, tuve que esperar una media hora más. Esperaba en la sala de espera de la primera planta, había gente pero no mucha. Como si el tiempo se pasara volando cuando traté de pensar en mis asuntos, veo al doctor Styles salir del ascensor acompañado de una joven enfermera, la misma de siempre si no estoy mal. Él ve a su alrededor, tratando de encontrarme, cuando lo hace, se despide de su compañera, quien también me mira. Yo me puse de pie y luego voy hacia él.

— Hola — digo tímidamente, Harry me sonríe un poco.

— Hola, Stella. Por cierto, tengo que pasar a casa de mi hermana para darle unas medicinas, no sé si te molestaría...

— ¿Acompañarte? Claro que no — sonrío, sin ningún problema.

— Bien, es rápido te lo prometo — dijo apresuradamente, yo asentí — Bueno, daré mi pase de salida y nos vamos, ¿está bien?

— Está bien.

Dr. StylesWhere stories live. Discover now