Vigésimo

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Harry

Decidí pasar por el jardín de niños en donde trabaja Gemma como maestra, además mi pequeña sobrina también estudiaba en esa misma escuela. Mi hermana ya estaba en la entrada despidiéndose de los últimos niños que vinieron por ellos, pero al verme me sonríe con cierta sorpresa y yo me acerco a ella para saludarla de un abrazo.

— Hermano, ¿por qué no avisaste qué vendrías a visitarme? — me pregunta aún con su sonrisa, siempre que vengo a verla en este lugar le aviso, pero hoy quería aparecer desprevenido.

— Bueno se puede decir que es una sorpresa, si es que lo fue — ella rió por mis palabras.

— Lo fue, menso. Y bien, ¿cómo te fue en el trabajo? Por lo que veo has salido demasiado pronto.

— Tuve salida temprano y aproveché en venir acá.

— Qué lindo — Gemma dice y yo reí levemente.

— No solamente vengo a saludarte a ti y a mi pequeña sobrina... que por cierto, ¿en dónde está la princesa? — observo detrás de mi hermana pero no logro ver su presencia.

— Está en los columpios jugando con una amiguita, no tardan en venir — avisa, yo asentí ya comprendiendo.

— Pues también vine a llevarlas a comer, yo invito por supuesto.

— Qué lindo nuevamente — reímos — ¿Mamá vendrá con nosotros?

— La llamé saliendo para que nos acompañara pero al parecer está muy entretenida en la panadería del señor Ben, ya hasta le ayuda con su tienda — sonreí mientras cruzaba mis brazos.

— Ya veo — suelta una risilla — Mamá le gusta el señor Ben, qué novedad. ¿Y tú para cuándo, hermanito?

Aquí vamos, esta misma charla se incluía con cada visita que le hacía. Desde que mi padre murió, mamá ha estado un poco sola. Por eso se vino desde Holmes Chapel hasta aquí en Chester, yo le ofrecí que se quedara conmigo, ella aceptó pero dijo que no sería para siempre, solamente quería estar más cerca de nosotros. En serio me da gusto que su tristeza se haya ido y que ahora comience de nuevo con alguien más con el que apenas está intentando. Creo que la felicidad que está teniendo ahora se lo merece y bastante. No trato de decir que yo no me merezco iniciar de nuevo, pero buscarme a alguien no está en mis planes ahora.

— ¿Quieres que te diga la misma respuesta? — alcé una ceja, Gemma rodó sus ojos.

— Ya perdón, te prometí dejarte en paz — confesó — Pero si quieres... puedo arreglarte una cita.

— Gemma...— arrastré su nombre.

— ¿Qué?

— No empieces ahora — advertí.

— Adam tiene una amiga soltera, y es muy bonita — me codea suavemente con esa intención.

— Conozco a tu marido y la mayoría de sus amistades, así que no.

— ¿Por qué no? Ni sabes quién es — preguntó confundida.

— Porque si voy a buscarme a alguien, será por mi cuenta.

— Está bien. No me voy a meter más.

— ¡Tío! ¡Tío Harrry! — volteo y veo a mi sobrina correr con las brazos extendidos hacia mí, cuando llega conmigo yo la cargo en mis brazos — ¿Qué haces aquí tío?

— A llevarlas a su lugar favorito — le sonreí, ella abre su boquita con sorpresa absoluta.

— ¡¿Al parque de trampolines?!

Dr. StylesWhere stories live. Discover now