Septuagésimo cuarto

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Stella

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Stella

—Este vestido me lo probé hace solo dos meses ¡y me quedaba bien! —me quejé al verme en el espejo que tenía al frente.

—Tú lo dijiste, hace dos meses —se burló Gemma, tratando de ayudarme en cerrar el vestido.

—Quizás te lo puedan ajustar, no es mucho la diferencia —opinó Anne.

Ojalá se pudiera, la boda se acercaba y todo estaba listo menos el vestido. Mientras Anne hablaba con la señorita encargada, yo cargué a Thomas en mis brazos. Como anteriormente estaba muy cómodo en los brazos de su abuela, prácticamente ya se estaba quedando dormido. 

—Hola pequeño —besé su mejilla.

Mi bebé ya tenía un año y dos meses, y puedo decir con certeza que es el niño más feliz que haya conocido. Para ser muy pequeño, era muy carismático y todo el mundo le tenía mucho cariño. Creo que toda esa dulzura que demostraba con la gente, lo sacó de Harry. Sé que a penas es muy chico, pero tiene actitudes muy similares a las de mi prometido ya que ambos son muy unidos y Harry es un muy buen padre. Lo que si noto de mi hijo, es que se parece mucho a Daniel. Sacó su cabello negro y ojos oscuros, es imposible no pensar en Daniel cuando lo veo. Y recuerdo muy bien ese día cuando mi exmarido llegó para visitarlo, y eso fue una semana después de nuestro divorcio. Pareció pasarla bien, lo consintió mucho pero luego de ese día, no apareció de nuevo en nuestras vidas. Yo tomé ese día como una despedida hacia su hijo, porque no regresó jamás y ese día que estuvo con él, lo pasó al máximo. Yo noté algo de nostalgia en él, pero no le pregunté y éste solo se marchó sin decirme nada. 

—Listo querida, el otro Martes te harás otra prueba de vestido —me sonrió Anne.

—¡Muchas gracias! Ese vestido es el único que me gusta —sonreí agradecida.

—Yo lo sé, pero anda, ve con Harry que se te hará tarde —dijo y yo asentí.

Le encargué a Thomas como lo habíamos planeado, hoy le tocaba quedarse con su abuelita y tía mientras yo me ocupaba por un momento. Cuando terminé de cambiarme, fui corriendo hacia Harry para verlo. Una vez llegando, él me sonrió y me hizo pasar.

—Hoy llegas un poco tarde —sonrió cuando yo suspiré algo cansada.

—Lo sé, y no lo creerás... pero el vestido ya no me quedó —bufé frustrada al decir aquello.

—¿Y lo cambiarás? —preguntó mientras me indicó que me recostara. 

—¡No! Por supuesto que no. Hallarán la forma de hacer que entre —reí por eso último— Pero tampoco es para tanto, no es mucho la diferencia —levanté un poco mi blusa.

—Veamos, se ha finalizado tu segundo mes —dijo una vez con las guantes listos y apuntando hacia la pantalla.

Sonreí maravillada, y es que hace un mes nos enteramos que estaba embarazada. Y ambos no podíamos creerlo, la verdad es que nos pusimos muy contentos. Para ser sincera, los dos no lo habíamos planeado sino que queríamos hasta mucho después de la boda pero la vida nos dio otro plan. Darle un hermanito o hermanita a Thomas resultó más rápido de lo que pensábamos, este nuevo bebé se nos quiso a adelantar pero de todas formas estábamos felices. 

—Creo que los cambios son más notorios ahora que de cuando tenía a Thomas, esta vez si se nota un poco más mi vientre abultado —mencioné y él asintió.

—¿Puedes ver aquí? —apuntó a una pequeña manchita en la pantalla— Luego del segundo mes de embarazo, se empieza a dibujar las piernas y los brazos del embrión, y el cordón umbilical se empieza formar —me sonrió contento, yo asentí igual de emocionada— Como también podrás notar...—movió un poco la pantalla—, la cabeza es la extremidad más abultada. Y...

—Te amo Harry —lo interrumpí, sentía que mis ojos estaban llorosos. Él me miró sin decir nada por un par de segundos y luego me sonrió con ternura.

—Yo también —dijo para acercarse a mí y darme un pequeño beso en la frente.

Luego de ese momento cursi y emocional, finalizamos con la segunda cita. Cuando me paré de la camilla, no pude evitar abrazarlo. Sentí sus cálidas y fuertes manos acariciar mi espalda. 

—¿Nos vemos en la tercera cita, doctor Styles? —alcé una ceja mientras sonreía con una expresión coqueta.

—No creo que sea posible, señorita Martin. Me casaré en un par de semanas —me siguió el juego.

—Uy, creo que es una casualidad porque yo también me casaré —tomé la cartilla de sus manos y comencé a irme hacia la puerta.

—¿Así? ¿y con quién? —no lo vi debido a que yo estaba de espaldas, pero oí ese tono celoso. 

—Con un buen hombre y el amor de mi vida. Pronto seré la señorita Stella Styles —me volteé, ahora sí no pude evitar soltar una carcajada. Él rodó los ojos con una sonrisa.

—Los veré en casa —me recordó a la cena de hoy, yo asentí— A ti, al pequeño Thomas, a mi familia y la tuya. Todos saben sobre la sorpresa de tu embarazo, ¿cierto?

Se agachó para darle un tierno beso a mi vientre y de paso a mí en los labios.

—No, mi familia no y por eso es la cena de esta noche —sonreí nerviosa—, a papá le fascinará oír esta noticia. 

Me acompañó hasta la puerta, tenía otra paciente por atender ahora mismo y se le estaba haciendo un poco tarde.

—Entonces los veré en un rato —besó mi mejilla y yo me marché.

Tenía que apurarme y llegar a hacer la cena junto a Anne, nuestra pequeña familia se juntaría y estaba contenta. Papá piensa que es una de esas cenas que se hacen antes de la boda, y en parte sí, pero esta sorpresa los asombrará y de eso estoy segura. 

Dr. StylesTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon