Septuagésimo segundo

7.7K 459 39
                                    

Harry

—Claro que me gustaría —se separó de mí para verme fijamente a los ojos, los suyos estaban brillando por el entusiasmo y apostaba a que los míos estaban igual— Pero

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Claro que me gustaría —se separó de mí para verme fijamente a los ojos, los suyos estaban brillando por el entusiasmo y apostaba a que los míos estaban igual— Pero...—su hermosa sonrisa se borró lentamente lo que provocó que yo también dejara de sonreír— No creo que sea el momento adecuado. Y lo digo por mi situación, ahora todo es muy complicado.

—Yo... yo lo entiendo. Yo esperaría por ti toda mi vida, y lo sabes —volví a sonreír, ella me miró con ternura— Te amo mucho Stella, y sabes que yo siempre estaré a tu lado apoyándote y amándote, así que toma todo tu tiempo porque sabes que no me iré de tu lado.

—Yo también te amo Harry. Y nada me emociona más que reiniciar mi vida junto a ti y el pequeño Thomas —ambos miramos al bebé dormir plácidamente en sus brazos— Cuando sea el día en que la pesadilla haya por fin terminado, ambos estaremos en el altar con nuestros seres queridos viéndonos. Tú con un elegante traje y yo con un hermoso vestido —alzó su vista para verme con nostalgia. Sus ojos comenzaron a lagrimear, y no hice más que acercarme a ella y darle un pequeño beso en sus suaves labios.

—Verás que así será —acaricié lentamente su espalda.

—¿Quieres cargarlo? —dijo emocionada. Yo al oírla le sonreí de inmediato, aunque debo de admitir que me puse nervioso.

—¿Puedo? —musité con algo de timidez.

—¡Claro que sí! Yo sé que Thomas ha esperado también este momento —me pasó con cuidado al bebé. 

Sentí una calidez al tenerlo en mis brazos, una sensación familiar de como cuando lo recibí por primera vez en el quirófano. Yo también había estado esperando su llegada, lo vi crecer cada mes junto a ella, le había agarrado mucho afecto a este bebé. De pronto sentí los brazos de Stella abrazarme por la espalda, ahí supe que era afortunado de tenerlos a ambos pues yo estaba muy feliz a lado de ellos.

Durante los próximos días, Stella, Thomas y yo comenzamos a vivir juntos en mi hogar. Fue mi idea eso de re-decorar mi casa, obviamente con la ayuda de Stella para agarrar juntos esa sensación hogareña que tanto le hacía falta. Nos la pasamos en tiendas departamentales de bebé para terminar la habitación del niño, así durante varios días. 

—Estaba pensando en pintar las paredes de su cuarto de color amarillo pastel —comentó entusiasmada, mientras agarraba el tono de la pintura que dijo.

—¿No te gusta este verde pastel? Se me hace un buen color —dije viendo la pintura que seleccioné. 

—¿Acaso no vas a preguntar por qué amarillo? —me alzó una ceja, yo hice un gesto pensativo— ¡Vamos Harry! Los primeros meses de conocernos me regalaste un adorable oso de peluche con un lazo amarillo para mi bebé. Tú fuiste la primera persona que me dio algo durante mi embarazo —lo recordé de inmediato y ella rió divertida al ver mi expresión.

Dr. StylesWhere stories live. Discover now