Levicorpus

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Isadora:

Estaré unos días afuera. POR FAVOR no te preocupes, volveré pronto.

Remus

Ya hacía una semana desde el día que Remus dejó esa inquietantemente concisa nota encima de la mesa del comedor. Isadora la leía sentada en su escritorio del ministerio al menos una vez por día, pero, como era de esperarse siempre decía lo mismo. Que Remus no le contara la ofendió, pues no había explicación alternativa: Había ido a ver a Sirius, estaba segura.

- Ya deja de fruncir el ceño de esa forma o quedarás así para siempre, ¿Qué te pasa? – preguntó Allie.

- Nada – mintió Isadora haciendo desaparecer la carta – Remus parece tener dificultades con lo de encontrar trabajo, ya sabes...

- Claro... lamento oírlo. La gente es muy cruel cuando se trata de hombres lobo – El chirrido de la puerta y un golpe interrumpieron la conversación. Alastor Moody suspiró y entró rengueando.

- Ella es Nymphadora Tonks, es nueva en el equipo – dijo presentando a la chica de cabello rosa chicle que se había chocado la pata del perchero al entrar.

- ¡No me llames Nymphadora! – gruñó – díganme Tonks, ¿Y ustedes son...?

- Allie

- Isadora

- ¿Isadora Black? – preguntó Tonks

- Pues...

- Tú estabas casada con mi tío Sirius Black, ¿verdad?

- Técnicamente aún lo estoy

- ¡Ajá! – Tonks parecía no sentir lo tenso del ambiente – He escuchado hablar de ti.

- Ay no, por Merlín – susurró Allie más para ella que para el resto y abriendo mucho los ojos como queriendo advertirle a la recién llegada.

- ¿Y qué decían? – preguntó Isadora con una sonrisa que pretendía ser amigable.

- Bueeeeno...

- Suficiente charla – intervino Moody – pongan a Nymphadora al corriente de lo que sucede en el departamento, tengo que hablar con Kingsley.

Cuando Tonks se giró enfurecida hacia Alastor para corregirlo, este ya había dado un portazo de despedida. Inmediatamente se hizo un silencio incómodo que Tonks no tardó en romper.

- Bueno, contaron lo que pasó con Sirius Black, el Innombrable y los Potter. No es nada que no sepas ¿verdad?, pero también dijeron que eres buena aurora así que no está mal... - a Isadora le agradó que Tonks fuese tan  honesta.

- Sí, no es nada que no sepa. Seguro ya le agregaron más detalles que última vez que la oí – respondió. Allie las observó incrédula, pues esperaba que Isadora se enojase.



Cuando Orion vio que Isadora escribía una carta, se posó cerca de ella esperando que la atara a su pata para emprender el viaje.

- Es lejos – le habló al ave. Orion le dio un picotazo amistoso en la mano – De acuerdo – terminó de escribir y cerró la carta con un sello de cera – Encuentra a Remus – acarició a la lechuza por encima del pico y ésta emprendió el vuelo.

Pero nada sucedió en otra semana más. Orion no volvía y Remus tampoco. No tenía noticias de Sirius porque nadie en el ministerio tenía la menor idea de dónde estaba, sólo les gustaba hacer de cuenta que sí lo sabían, lo cual era mejor ya que al menos estaba a salvo; <...estamos cerca de atraparlo... tenemos indicios contundentes... > decía Fudge a los periodistas del profeta. Por suerte para él a Rita Skeeter no se le dificultaba inventar jugosos artículos.

Sirius Black: el velo de la muerte¹Where stories live. Discover now