Sirius Black: el velo de la muerte¹

Epílogo

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- Encontramos esto - Harry le entregó un giratiempo que ella reconoció en ese mismo instante.

- No son como los otros - dijo ella fingiendo nunca haberlo visto. Sonrió por dentro, sabía que cuando llegara a su casa y revisará la caja de madera oscura que había en su oficina, la encontraría vacía. - ¿De dónde lo sacaste?

- Los tenían los Malfoy, son dos. Este es el segundo que se fabricó, el primero no te deja más de cinco minutos en el pasado.

- Oh, claro, ya entiendo - hizo una pausa para pensar en qué decir - Harry, creo que eso no debe andar suelto por aquí, cualquiera podría tomarlo y hacer un desastre.

- ¿Quieres destruirlo? - Isadora se inquietó al ver el objeto en manos de alguien que pensaba en destruirlo.

- Sí - mintió - pero primero creo que debería llevarlo al departamento para investigarlo. Tal vez haya otros, deberíamos saber más, ¿Tienes el otro aquí también?

- Claro, aquí está - respondió Harry Potter. - ten, avísame si necesitas saber algo más.

Isadora asintió, le agradeció y luego desapareció.

El ministerio estaba absolutamente vacío, sus zapatos hacían eco en el suelo de mármol. Sabía el recorrido de memoria hasta la sala del tiempo, incluso con la tenue luz que su varita generaba fue capaz de encontrar la habitación en cuestión de minutos.

Ahí estaban las repisas vacías, llenas de polvo, ni un giratiempo a la vista. Ya no existían. Leyó un papel amarillento y marcó la fecha y hora exacta.

Pasó la cadena alrededor de su cuello. El objeto comenzó a girar y todo alrededor de Isadora se volvió borroso, pero cuando el mundo a su alrededor se detuvo, ella se hallaba en el mismo lugar. Pudo oírse a sí misma en una sala cercana.

- Ya es hora – se dijo.

Sacó de su bolsillo el segundo giratiempo y lo dejó con cuidado en la repisa. Suspiró con alivio, tenía que funcionar.

Cuando pasaron los cinco minutos el giratiempo que colgaba de su cuello comenzó a girar. Mientras veía aparecer a su yo de hacía dos décadas, su espesa melena negra se volvía borrosa mientras abandonaba 1996. La mente de Isadora le habló, pero en lugar de la suya, escuchó la voz de Sirius Black: "¿Qué es la vida sin un poco de riesgo?". Tenía toda la razón.

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FIN