Accio

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La aguja seguía apuntando al sur. Alguna que otra vez se movía un par de grados hacia el este u oeste, pero el hecho de que fuese tan poco sensible a los cambios denotaba que Sirius estaba muy lejos de allí. Con el correr de las semanas revisaba el reloj con menos frecuencia, pero siempre lo llevaba consigo.

Orion no había regresado del viaje al que Isadora lo había enviado, y ella comenzaba tristemente a aceptar que jamás volvería a ver a su vieja lechuza.

- Todavía no se sabe nada de Bertha, ¿No? – preguntó a Tonks cuando vio varias caras largas al llegar al departamento de aurores.

- Ni una pista, pero hoy salen algunos del equipo a averiguar – en ese momento Allie llegó a la oficina cargada con provisiones. A Tonks se le iluminó el rostro.

- ¡Qué bien!, me encanta esos muffins con frutillas – dijo tomando uno y un café – Suerte que Rufus aún no pasó...

- Si, si estuviera aquí me diría Morgan, esto es una oficina del ministerio, no un restaurante – Allie imitaba excepcionalmente bien a Scrimgeour y Tonks se lucía al tomar la forma de él y hacer mímica mientras Allie hablaba – Ay, tú sigues con esa cara de desolación. Ya no te ríes ni con mis impecables actuaciones.

- ¿Tus qué? – preguntó Isadora como saliendo de un trance.

- Olvídalo. Aunque sea sírvete algo de comer, mírate – Isadora no tenía ganas de tener un sermón respecto a su aspecto desmejorado, pues se veía en el espejo todas las mañanas.

- Si y tienes unas ojeras terribles – agregó Tonks – deberías dormir más.

- Ustedes sí que saben levantar el ánimo.

- Lo intentamos, pero no vienes con nosotras nunca y no nos cuentas nada – le recriminó Allie - a veces siento que no sabemos nada de ti.

- Allie tiene razón, si salieras más te despejarías un poco. ¡Ay, ya sé, vamos a Las Tres Escobas hoy!

- ¿Qué? ¿Hoy? – Isadora fingió considerarlo para no ser grosera – No, no puedo. Otro día.

- Ahí está, siempre dices lo mismo.

- Va a estar colmado de gente, Allie.

- ¡Por supuesto que va a haber gente! ¡Es Halloween! ¿Qué esperas?

- Tengo que soportar las miradas de la gente aquí porque es mi lugar de trabajo, pero no lo haré gratis.

- Lo único que se sabe de ti es tu pasado porque es lo único que dejas ver – le dijo Tonks en voz baja – Ven una sola vez, y si te aburres y te quieres ir no diremos nada. Puedes decirle a tus amigos que vayan, Lupin y el que trabaja en el departamento de Cooperación Mágica Internacional... Ric, ese que saludas de vez en cuando – Isadora suspiró

- ¿A qué hora?

- ¡A las ocho! – dijo Tonks con alegría - ¿Qué disfraz te pondrás?... era broma, era broma.

● ● ●

Todavía le quedaba una hora de paz a Isadora antes de obligarse a concurrir a un lugar atestado de personas. Se acomodó el pliegue de la falda negra y abrochó el último botón de la parte superior del vestido. Un colgante de plata y esmeralda brillaba en su pecho, giró la piedra con forma de gota, la inscripción en el reverso que antes leía "toujours pur" no estaba, sólo plata lisa. Volvió a acomodar el dije en su lugar.

- Te ves bien – dijo Remus que venía desde la cocina - ¿Tienes que ir a algún lugar?

- A las tres escobas

Sirius Black: el velo de la muerte¹Where stories live. Discover now