61

159 20 0
                                    

6:00 am, en el hospital general de Nueva York, ¿que demonios haria a esta hora de la mañana?.
Me levante del sillón y me dirigui a tomar una ducha, ahora trabajaría como la asistente de mi abuelo, de tan solo pensarlo fruncía el ceño, sali de la ducha para proceder a vestirme.
Mientras secaba mi cabello oi ruido desde afuera, me preguntaba si Anna ya habia despertado, pero, aun era muy temprano.

-¿Ya despertaste Anna?- pregunte mientras salia del baño.

-Perdona si hice mucho ruido- contesto Adam mientras revisaba escribía en una carpeta.

-Descuida, no fue nada en realidad- respondi para que despues la habitacion volviera a inundarse de un gran silencio.

-Que tengas un buen dia- comento Adam mientras salia de la habitacion.

-Igual tu- conteste.

Habia sido un poco incomodo, supongo que con el tiempo ambos nos acostumbrariamos. Tome la carpeta y sali de la habitacion con cuidado, me dirigí al comedor, aun no llegaba nadie, típica de las chicas siempre llevarán tarde, como estaba acostumbrada a estar en la cocina me tome la libertad de entrar para preparme un cafe, cuando me sente dispuesta para seguir revisando la información de la carpeta, escuche como alguien entro, mire por un momento para observar a Adam, quien solo tomo una taza para servirse cafe, se sento a unas cuantas sillas de mi lado.

-Buenos dias- dije para tratar de sonar educada.

-Buenos dias- respondio el, observe como tomo un sorbo de su cafe y casi lo escupia.

-¿Sucedio algo?- pregunte aguantando la risa por la expresión tan graciosa que habia hecho.

-Es muy dulce el cafe- comento.

-Lo siento, es que realmente odio el sabor del cafe amargo- conteste.

-... No lo sabia.

-Lose.

Adam se quedo callado un momento y limpio su pequeño desastre, se levanto y preparo de nuevo cafe, notaba como me miraba de reojo mientras yo fingía leer la carpeta.

-Si quieres preguntar algo, solo hazlo- sugerí.

-Bueno es que cuando... Yo tomaba cafe en las mañanas y ya sabes, tu, bueno me besabas... Nunca decías nada respecto al sabor amargo- dijo Adam timido mientras evitaba mirarme.

-Sabía dulce- respondi- yo realmente no notaba el sabor amargo.

Respondi tratando de sonar tranquila y segura de mí misma. Adam por fin me miro y se sento un poco mas cerca de mi lado yo lo observe y cerre la carpeta para prestar mas atención.

-Lamento mucho si te lastime- confeso.

-No lo hiciste- respondi- la verdad jamas lo hiciste, no me lastimaste, solo que ninguno hizo nada bien...

-Eso parece- dijo despues de un largo suspiro- supongo que ninguno de los dos sabe como tener una relación por ahora.

-Eso parece.

Adam me miro, de pies a cabeza, notaba como abría la boca de vez en cuando pero preferia callar.

-¿Que sucede?- pregunte al cansarme de sus gestos.

Adam se acerco y me beso, admitía ese sabor amargo de alguna forma me gustaba. El como acariciaba mis mejillas mientras me besaba con tanto cariño y dulzura.
Se separo se mi lentamente y me observó a los ojos.

-Solo queria un beso de despedida- comento el.

-Esta bien- dije mientras tomaba mis cosas y me levantaba para irme del lugar- creo que ahora si es todo.

Las Cartas de Anna©Where stories live. Discover now