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Al final Matthew y yo no salimos a donde sea que él pensaba llevarme, le surgió una conferencia de imprevisto y me dijo que me quedara en casa a terminar todos mis deberes, ya estaba tan acostumbrada que habia terminado con rapidez, me sente en la cocina para observar por la ventana las hortensias, mientras comía macarrons.
Me sentía un perro esperando a su amo, no habia notado que me habia acostumbrado a que Matthew tuviera casi toda mi atención,  cerré los ojos un momento y solté un gran suspiro.

-Vaya pero que suspiro.

-Hola John- dije mientras me votaba verlo.

-¿Problemas con el señor Matthew?.

-Ninguno... Técnicamente me dio toda la tarde libre.

-Entonces, ¿cual es la razon de su suspirar bella dama?- pregunto con un tono cómico.

-Supongo que estoy aburrida, ya estoy demasiada acostumbrada a estar cerca de Matthew que de alguna forma extraño su presencia.

-... Te daré un consejo Anayansi, si quieres conservar tu empleo, no te enamores de Matthew, quita todo sentimiento de necesidad de estar cerca de él.

-¿A que te refieres?- pregunte curiosa y confundida a la vez.

-Las anteriores señoritas que trabajaron para Matthew algunas se enamoraron de él por x razón y bueno en cuanto el se enteraba las despedía y a la media hora ya estaban fuera de su mansión.

Tal confesión me sorprendió un poco, sabia que Matthew no era bueno charlando con las chicas y puede que mucho menos sabría como corresponderle a una mujer.
Supongo que lo hacia mas por ellas que por el.

-Gracias por el consejo... Créeme eso no pasara.

-Eso espero Anayansi.

-Solo dime Yansi, me gusta mas.

-De acuerdo Yansi, nos vemos despues- dijo mientras salía de la cocina.

Me quede pensativa un momento y salí de la cocina casi no habia nadie a esta hora en la mansión. Era extraño y raro, el silencio me era muy agobiante por lo que salí afuera, nunca me habia detenido a observar las flores.
Me coloque en cuclillas y comencé a oler algunas hortensias que tenia cerca, su aroma si que era delicioso muy cómodo, solté un leve suspiro y con mi dedo índice comencé a tocarlas las flores con delicadeza.

-Hay Anna, ¿por que tuviste que irte asi?- dije para mi misma.

Aleje mi mano de las flores y las observe mas de cerca, volví a soltar un gran suspiro y sentí como pequeñas lagrimas salian, agache la mirada y deje que mis lagrimas salieran con calma una por una.

-Anayansi.

-Vaya pero si es la preciosura de...

Oí como Marcello callo cuando voltee la mirada, desvíe la mirada y limpie mis lagrimas. Oí unos pasos acercarse a mi cuando volví a mirar, Matthew se habia puesto en cuclillas junto a mí.

-¿Todo bien?.

-Si...

-¿Quieres estar sola un momento?.

-...

-¿O quieres que este contigo?.

Pregunto Matthew al notar que no respondía.

-Estoy bien... Solo que, bueno ya sabes aun es algo difícil para mi.

-Entiendo- contesto Matthew mientras miraba a Marcello.

-Entiendo yo me largo- dijo Marcello mientras se daba media vuelta.

-Sabes, esta bien hablar de ello, el dolor no se ira por completo pero si disminuyera, podrás vivir con un peso mas ligero.

Las Cartas de Anna©Where stories live. Discover now