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Al despertar a la mañana siguiente tenia una horrible hambre, Matthew aun dormía y sabia que no despertaría hasta dentro de una hora, por lo que sali con sigilo de la cama y fui directo a la cocina, si de por si estar embarazada no era nada facil, ahora de gemelos era peor.

-Señorita Anayansi debería comer con mas calma- comento Gabe mientras entraba a la cocina y observaba todo la comida que tenia en la mesa.

-Perdona, es que tengo mucha hambre.

-Esta embarazada- afirmo Gabe.

-Si- conteste sin tratar de mentir sabia que no podria ocultarle nada a Gabe ni aunque lo intentará- pero, no le digas a Matthew aun, me gustaria sorprenderlo.

-Entiendo señorita Anayansi, aunque creo que si sigue comiendo de esa manera el joven Matthew se dará cuenta.

Observe la comida y sonrei, tenia razon yo misma me delataba. Alce la mirada y me encontre con Robinson quien se sentó a mi lado y tomo un sándwich sin mas y se lo llevo a la boca.

-Buenos dias pequeño.

-B-buen dia, cuñada... ¿Donde esta Matthew?.

-Durmiendo.

-No es algo tarde ya.

-No realmente- dije mientras tomaba otro sandwich.

-Con que aqui estas- comento Matthew mientras entraba a la cocina.

-Despertaste temprano.

-No te senti en la cama, pense que te habias vuelto a sentir mal.

-Estoy bien... Solo con un poco de hambre.

-¿Un poco?- dijo Matthew mientras me miraba a mi y a Robinson.

-Estoy en crecimiento- dijo Robinson mientras comia otro sándwich.

-Tienes razon campeón- dijo Matthew mientras alborotada el cabello de Robinson- y dime cual es tu excusa cariño.

-Bueno que ayer vacíe toda mi comida mientras vomitaba.

Matthew rio y me dio un pequeño beso en los labios mientras se sentaba a mi lado, miro a Robinson y luego me miro a mi.

-¿Que sucede?.

-Solo pensaba que tengo la mejor família- comento Matthew mientras recargaba su cabeza sobre la mia.

Yo le sonrei como respuesta mientras seguia comiendo, cuando terminamos de comer, Matthew tuvo que alistarse para ocuparse de algunas cosas del trabajo, era uno de esas raras ocasiones donde tenia que ir hasta la compañía y atender los asuntos en persona. Yo mientras tanto decidi armar un gran rompecabezas con Robinson.

-Emma me invito a comer con ella, ¿puedo ir?.

-Veo que se hicieron buenos amigos.

-Si, aunque es una verdadera lastima que ella tenga que regresar a Nueva York.

-Bueno si quieres puedo convencer a tu hermano para ir todas las vacaciones para que puedas verla.

-Eso seria fantástico ya te dije que eres mi cuñada favorita.

-Claro y no es porque sea la unica.

Ambos reimos, oi el sonido de la puerta abrirse cuando alce la mirada observe a Marcello algo agitado.

-Toma tu abrigo y ven conmigo- ordeno Marcello.

-¿Que sucede?- pregunte calmada.

-Es sobre Lucas- me dijo en un susurro.

Las Cartas de Anna©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora