62

141 20 2
                                    

Ya habia pasado una semana desde que Adam y yo habiamos terminado, admito que el verlo es algo dificil y incomodo para ambos pero ninguno tenia otra opción, yo tenia que estar pendiente de la salud de Anna sin mencionar que le ayudaba a cuidar de Emma.

-¿Cuando podre salir afuera?- pregunto Emma por milesima vez.

-Adam dijo que hasta que estuvieras completamente sana- respondi.

-Si lose, pero, ¿cuando es eso?.

-Ya veraz que sera muy pronto.

Emma solo bufo ante mi respuesta, esa niñita era mas que obvio que estar en cama no era lo suyo.

-¿Que puedo hacer en lo que espero para estar "sana"?.

-Puedes ver televisión o tal vez leer algo.

-Eso no haria una niña normal- respondio Emma.

-Esta bien le dire a Louise que venga a verte.

-Gracias- contesto Emma poco convencida.

Cuando note que Emma estaba muy pensativa me sente a su lado y la acomodo unos cuantos cabellos rebeldes detrás de su oreja.

-¿Sucede algo?- pregunte con delicadeza.

-¿Como crees que era la persona?- pregunto mientras me miraba.

-¿A que te refieres?- pregunte al no entender a lo que se refería.

-Hablo de la persona del corazón que tengo... ¿Como crees que era?.

Esa pregunta me impacto demasiado, ¿como una niña como ella podia pensar en cosas como esa?.
Pero, ahora que lo pensaba podia contestar a la perfección aquella pregunta.
Físicamente, mi madre era una mujer hermosa, algo alta, tez blanca, hermosos ojos azules, con una brillante sonrisa, un largo cabello castaño claro, con una nariz fina y una dulce voz.
En cuanto a personalidad, ella era muy carismatica, aunque a veces tenia un horrible genio cuando alguien la molestaba en verdad, siempre fue alguien muy decidida en lo que queria, era espléndida en su trabajo, muy lista, una excelente esposa, se preocupaba siempre por tener todo limpio, ordenado y en cuanto a ser una madre, me parecia perfecta, ambas nos sacabamos de nuestras casillas pero lo solucionabamos con malos chistes y ricos postres, era muy cariñosa y juguetona, si me pidiera describir la perfección pondría como ejemplo a mi mamá, ella para mi simplemente era uno de las mejores personas que habia pisado este mundo.

-Estoy segura que era una gran persona- conteste con una sonrisa de melancolía.

-¿Como lo sabes?- pregunto Emma inocentemente.

-Porque puedo sentirlo- dije mientras abrazaba a Emma.

-Sabes... Yo tambien- Emma se separo de mi abrazo y abrio un cajon donde saco un estetoscopio, se lo coloco y me miro con una gran sonrisa- logro oír que era una persona con una gran corazón, ¿quieres oír tambien?.

Yo asenti con la cabeza, tome el estetoscopio para colocarmelo, cuando oi los latidos de Emma no pude evitar sentir una gran mezcla de sentimientos, ¿tristeza?,¿alegria? No los sabia.
Pero ahora mismo yo lo estaba oyendo, estaba oyendo como latia aquel corazón de una de las personas mas importante de mi vida, sentia como si nunca se hubiese ido.
Lograba sentirlo ella estaba aqui ahora mismo, ella estaba viva ahora dentro de Emma, ella estaba de nuevo a mi lado como si nunca se hubiese ido.
Mire a Emma con una sonrisa, observe su rostro de preocupacion mientras me miraba.

-¿Porque estas llorando?- pregunto Emma.

-... Porque tambien puedo oírlo Emma, ella realmente era una persona fabulosa.

Las Cartas de Anna©Where stories live. Discover now