Tom Holland One-Shots

11/ TH

Era un día soleado, muy soleado para tu opinión personal.

Estabas en una larga fila, con muchos abrigos atados a tu cintura, ya que tus supuestas amigas te mintieron que en Nueva York hacia frío. Tú, quién estabas con tus pasajes para ir a ver al famoso Tom Holland, creíste aquella palabra de esas personas y fuiste con muchos abrigos, y tapada hasta la cabeza. Idiota.
Ignorando eso, la cola era larguísima, y faltaba poco para que tú entraras luego de dos horas y media que deseabas abrazar a Spiderman. Por supuesto, estabas muy emocionada, tanto, que tu reloj estaba cansado de mirar tú cara por cuantas veces miraste la hora para esperar cuando entraras.

Pensabas en como saludarlo, como pronunciar tu nombre, como decirle que es hermoso, o que te quieres casar con el y tener una hermosa familia con una casa. Lo pensaste dos veces, y dijiste que era mejor tan solo saludarlo y abrazarlo, lo otro es muy extremo..además, tu inconsciente cerebro pensaba que eras lo muy fea como para espantar a cualquier chico, y te daba miedo entrar para ver a Tom, pensando que le darías asco.

De todas formas, estabas a dos pasos de conocerlo y nunca te sentiste más emocionada.

Su piel perfecta, sus ojos más claros que nunca, su cabello corto..pero increíblemente sexy; su espalda remarcada, su remera hermosa que le quedaba casi pintada. Estaba como siempre: hermoso, majestuoso.

Te moviste a paso lento con dudas en como deletrear tu nombre correctamente tratando de no desviarte en los ojos de ese chico, pero dejaste que tu cuerpo fluya y le sonreíste tímidamente. Algo que llamó tú atención, fue que Tom se quedó inmóvil al verte parada, acercándote a ti.
Tus nervios aumentaron cuando en tu cerebro procesaste que Tom no reaccionaba cuando le estabas hablando, se te había quedado con los ojos clavados en los tuyos. Tú estabas el doble de perdida, pero practicaste para como derrotar los nervios y tener el cuerpo clavando en la tierra.

—Hola.—sonreíste, el volvió a la tierra.
—H-hola.—te sonrió, con nervios.

Podrías decir ahora que tú eras la famosa y él el fan, los roles parecían cambiados.

Posaste para la foto con él, y él te miraba a ti sin alguna razón. Hasta que arremangaste inconscientemente tú buzo, Tom notó unas cicatrizes en tu brazo, prueba de que estabas sufriendo por alguna razón en particular..y esto lo enfermó horriblemente, y decidió, luego de la foto, que tomó tu brazo y te miró a ti.

—¿Alguien te ha dicho lo bella que eres?—susurró.
—No.—respondiste, con tus mejillas en fuego.
—Qué bueno que te rodees de personas honestas.—te sonrió, dejándote secretamente una pequeña carta en tu bolsillo, y te retiraste sin palabras.

Al salir, quitaste rápido ese papel y lo abriste. Lo leíste y casi te caías muerta.

"Me gustaste, nos vemos hoy a las 6:00 pm en el café de aquí en la vuelta. Espero podamos hablar.

—Tom Holland".