Recientemente conocida/o como una estrella destinada a brillar en el mundo de la fama, captaste rápidamente la atención de muchos hombres en la industria de Hollywood.
Para la entrega de los célebres premios Oscars, fuiste seleccionada/o para anunciar a la o el ganador de aquel premio tan celebrado. Pero no ibas a estar sola/o, si no que anunciarías el premio a "mejor película de romance" junto a Tom Holland, el famoso y joven Spiderman. Igual de joven e imprudente que tú, así que supiste que te iba a caer bien.
Pero vaya, no solo te cayó bien. Verlo a él con esos famosos rulos castañazos, y con su traje muy formal color gris, hizo que de inmediato te parezca atractivo. Esperabas que él te echara un ojo a ti.
Antes de entrar, intercambiaron algunas palabras para poder entrar en un ambiente cálido y de confort. Pero tú, seguías muy nerviosa/o, por lo que se te hizo imposible no inhalar y expirar aire varias veces antes de salir en la pantalla grande. Durante tu sesión tranquilizante, echaste un vistazo a Tom, y este te regaló una cálida sonrisa al verte tener muchos nervios, pero retiró rápidamente su vista de la tuya, puesto a que se ruborizó.
En la cabeza de Tom se procesaban millones de sentimientos hacia ti, y no pudo negar pensar en besarte en ese mismo momento.
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