Iron Man había aterrizado su traje avanzado en el aeropuerto, y interrumpió el plan que Steve tenía en manos, bueno...casi. Los dos héroes tan privilegiados y avalados por el mundo, están en una pelea entre bandos por temas de que el famoso patriota que alguna vez defendió a su país, se opone a este cuando un acuerdo cambiaría el rumbo de los Avengers. Pero hay algo que lo detiene: Tony Stark, quién está del lado del acuerdo, y del país.
Todo esto los habría llevado a una conclusión: separarse, y eso te parecía extremadamente ridículo; de todas formas, como Steve Rogers pensó en ti para poder ayudar a completar su plan de escapar de aquí, tú, alguien altamente entrenada y con grandes marcas en combate, te pusiste del lado de Steve por temas de que lo respetabas y te parecía justo su punto de vista. Estabas oculta detrás de una caja enorme en medio del aeropuerto, aunque Tony es bastante inteligente y decidió hablar antes de atacar a su amigo, Steve estaba un paso adelante y los tenía a todos bajo su guarida, por si el hombre de hierro aparecía. Mientras contemplabas como la discusión se entrelazaba, en un grito de Stark, apareció un traje rojo volando, para luego caer en un ala de metal y robarle el escudo a el Capitán.
—Niña, tu novio está aquí.—habló Hawkeye, por tu inter comunicador. —Já, que gracioso.—rodeaste tus ojos—No sabía que Parker estaba del lado de Tony...¡Ni sabía que vendría aquí!—susurraste.
El rubio de traje azul gritó tu nombre, y apareciste detrás de Spiderman, para quitarle el escudo de un salto y tirárselo a Steve. Te colocaste a su lado y pusiste tu cabello en tu lugar.
—¿____?—pronunció sorprendido Peter. —Hola, Peter.—cruzaste ambos brazos.—Qué bueno verte. —¿Q-que haces aquí?—tartamudeó, mientras soplabas bufándote. —Vino a hacer lo que es correcto.—respondió adelantado Capitán América.
La discusión continúo hasta que todos los héroes se presentaron en su bando y empezó la pelea.
Tú fuiste contra Iron Patriot, quién peleó justamente contra ti, pero luego de puños, no tuviste otra opción que usar tu grito elementario que lo dejó aturdido y dañó un poco su traje. Viste esto como una ventaja, ya que él estaba en el suelo, pero una telaraña aterrizó en tu mano y te arrastró hacia Peter como Spiderman.
—Lo lamento.—dijo en una voz tierna.
Estabas echada en el suelo delante de él, y te sentiste culpable al hacer una maniobra tal, que saltaste hábilmente y lo golpeaste a Parker. Este gruñó del dolor, pero se paró e inútilmente quedó como una estatua.
—¿No pelearás?—preguntaste, poniéndote en posición. —No contra ti.—subió ambas manos, rendido.
Suspiraste eternamente.
—Yo tampoco contra ti.—pausaste—Pero ella sí. —¿Qué?—dijo el chico, antes de que toda una oleada roja transparente tomara todo su cuerpo y sea arrojado a metros lejos tuyos. Le diste una mirada a tu amiga Wanda Maximoff, y seguiste buscando pelea contra otras personas.
—
Luego de la pelea ardua, ustedes seguían mientras Steve intentaba escapar con Bucky.
En un momento de la continua batalla, peleabas contra Peter por cuestiones del destino, y lo dejaste destrozado en el suelo, ya que el seguía negado a batallar contra ti.
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Detrás de él, apareció el inigualable Iron Man, apuntándote con su traje. Te quedaste perpleja e intentaste parecer como si no te importara, cuando dudabas de salir bien de esta.
—Mira pequeña...—habló, con una voz demandante—Si fuese por mi, te dispararía y saldrías volando a unos kilómetros. Pero eso no pasará.—pausó—Te daré una oportunidad de que estés en mi equipo, si no lo haces, no verás nunca más a Peter. —Mi deber es mi deber, señor. No estoy de acuerdo con aquellos papeles insignificantes.—cruzaste ambos brazos.
Suspiraste hondamente, sabías que nunca podrías ver a Peter si no te ibas al lado de Iron Man.
—Pero...creo que las personas que más amo valen más que cualquier contrato.—te sonrió Peter, luego de que pronuncies esta oración. —Bien pensado. Yo haría lo mismo en tu lugar.—te regaló una sonrisa el hombre de acero, sacando de lugar su máscara principal en su casco.
Procedió a salir volando hacia arriba, y dejó rastros quemados en el suelo. Te abalanzaste a Peter y le pediste perdón, mientras le dabas una mano para que se sentara. Cuando lo miraste a los ojos, él se quitó la máscara y te regaló un beso en los labios.
—No pidas perdón,____.—te sonrió, y apoyó su mano en tu cara—Está todo bien. Lo tomaste de la cintura y se fueron hacia su casa antes de que todos fueran atrapados por la policía.
