29/TH

3.7K 201 11
                                    

Desde pequeña conocías a tu mejor amigo Tom Holland, ambos vivían en Kingston Upon, y sus familias eran muy cercanas. Ambos tenían muchos sueños por cumplir y ambos se apoyaban en todo desde que tienen memoria.
Siempre se animaban uno a otro, siempre estaban riendo, siempre se contaban todo; pero a medida que ustedes dos crecieron, lo único que no se contaron fue que los dos tenían sentimientos encontrados por él otro.

Nunca planeaban decírselo. Por eso, debían tomar rumbos "distintos", y fingir que no les pasaba nada uno al otro.

Fue hasta el primer beso de Tom, que tu corazón se rompió y supiste que no sabías que hacer. Estabas desbastada y llorabas, todo el tiempo.
Ese mismo día, Tom te visitó inesperadamente a tu casa para contarte lo que había pasado entre él y Megan Jossa (una chica de su colegio). Por supuesto, tu piel estaba pálida, tus ojos rojos de tanto llanto y los dedos en tu mano marcadas de tanto apretujarlas. No era el look indicado para mostrarle a Tom que no estabas enamorada de él.

Hiciste lo posible para recuperar tu posición normal pero sabías que de todas formas volverías a llorar, planeaste como escabullirte de la conversación si te afectaba mucho y volver a tu baño para llorar mientras te tapas la boca con una toalla, sin hacer ruidos sospechosos.
Todo parecía marchar bien, entraste a tu habitación y él entró un minuto después. Tenía una sonrisa de oreja a oreja, y se notaba como su cuerpo estaba activado.

—¡______!, ¡Megan me ha...—habló con excitación.
—...Besado, lo sé.—tu mirada se perdió en el suelo decepcionada, mientras escuchabas el más fino sonido de tu patio.
—¿Estás bien?—te habló él, sentándose en tu cama.

Sentiste otra vez ese nudo en tu garganta, tu mirada se cristalizó. Pero no. No te caerías tan fácil delante de Tom.
Suspiraste de una manera sigilosa, mordiste tus labios y contrajiste tu mano derecha, apretujándote muy fuerte tus dedos.

—S-sí.—tambaleaste, mientras te acomodaste delante de él.
—Sé que no estás bien, te conozco.—te tocó el hombro derecho. Tus ojos se cerraron y gozaste de su calor.
—No importa.—suspiraste.
—No te lo creo.—respondió, terco.

Ibas a volver a decirle "estoy bien", pero esa no era tu verdad. Tus ojos de un momento a otro se hicieron agua, y te abriste completamente a Tom, el te tomó de los brazos mientras tu llorabas.

—¿Qué ocurre?—te miró preocupado.
—No te lo quería decir...pero...m-me gustas.—seguiste llorando.—Lo lamento.—susurrabas destruída, mientras te limpiabas las lágrimas.

Sentiste el contacto de unos dedos rodearte en la cara, era la mano de Tom, que te dirigió hacia sus labios. Se dieron un apasionado beso, tu color volvió a ser el que era, tus labios estaban rojizos y tu mano dejó de apretarse.
Terminó el beso con una sonrisa grande, el apoyó su nariz en la tuya y te sonrió. Tu lo mirabas perdida.

—No digas lo lamento.—besó tu frente, mientras te dejó acurrucarte en su pecho.—También me gustas.—te miró a los ojos.

—te miró a los ojos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Crecieron y los caminos se separaron, aún así, no se hablaban pero siempre se sentían uno a otro, y se apoyaban. Quién cumplió sus sueños fue Tom, mientras tu estudiabas para algo que no te gustaba.
Él era muy conocido por ser el nuevo Spiderman en Civil War, y su cara estaba por todos lados.

Su cara tan estúpidamente bella.

Nunca lo olvidaste, siempre lo esperabas en tu habitación verde agua, con una sonrisa y muchos chocolates, cosas que a él siempre le gustaron. Pero nunca vino, nunca volvió a su ciudad natal.
Tenías su número, pero no sabías si había cambiado de teléfono o de persona, y no se te ocurría hablarle por nada del mundo...¿Y si era incómodo? ¿Y si todo habría cambiado?

Luego de una larga decisión, llamaste a ese número. Quién te contestó fue nadie más y nadie menos que él; su voz era un poco más grave de lo normal pero seguía teniendo esos agudos. Hablaron pero tú siempre eras quien se sentía muchas veces incómoda, es más, se podría decir que estuviste sonando tus dedos toda la llamada.
Él no había cambiado en nada, el seguía siendo el mismo que te hacia reír y siempre es aquel niño inocente que toda chica debería tener.

Aunque no lo querían admitir, la conversación siempre fue tensa.

Fueron el primer amor de cada uno...¿Quién no estaría nervioso?

En los premios que Tom asistió, y tu lo mirabas fascinada desde su casa, te enteraste de todo lo que le ocurría ya que no paraba de hablarte. Decía que todo estaba divertido, que conoció a mucha gente, y te reías de lo nervioso que estaba por conocer a Madonna.
Tom ganó el premio a "mejor cara nueva" en actuación, y se puso muy feliz. Empezó a dar su discurso y a ti se te caía la baba, pero algo que esterilizó tu corazón fueron simples palabras como:

"Y quiero agradecerle a mi familia, a mis amigos y a la mejor chica que he conocido en el universo, ____, gracias."

Tom Holland One-ShotsWhere stories live. Discover now