16/ PP

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Era de noche, un día de Julio en donde te quedaste en tu casa estudiando porqué los exámenes te comían la cabeza de tanta historia acumulada.
Decidiste aburrirte un rato, te sentaste en tu escritorio rendida como si aceptaras que desaprobarías y no tendrías ningún futuro académico. Aparte, viste que en tu celular se marcaban las 9:00 pm, horario en el que Peter debería pasar a buscarte para llevarte a tu casa y darte clases de matemática —materia que no te agradaba en ningún punto—.

Tú siempre salías en punto, por eso Peter te esperaba como si nada en tu puerta, para esperarte y que te subas a su auto. Pero esta vez estabas retrasándote, más de lo normal.

Peter desconfió de eso y se asomó, viendo tu ventana; se encontró contigo golpeando a dos chicos grandes y raros débilmente. Estabas siendo atacada.

Se subió a tu edificio más alto, trato de ponerse su traje, pero no lo conseguiría en tales situaciones; su medida extrema fue que se apartó y entró de un salto a tu habitación, como Peter Parker, sin traje rojo. Empezó a golpearle a los chicos detrás de ti, dejándolos en el suelo inconsciente; luego de eso, te cargó en sus brazos mientras tu respirabas desesperadamente.

—¿C-como?—preguntaste, aturdida.
—¿Estás bien?—preguntó el, ignorando tu pregunta.
—S-sí, pero..¿Tú? ¿Spiderman?
—De eso hablaremos después, ahora, necesito que estés bien.—agarró fuerte tu mano, y salieron por la puerta principal de tu edificio.

Te dejó detrás del auto prestado de su Tia, tu sentías una nube pesada en tu cabeza, mientras que Peter, con su nueva licencia de conducir, te llevó hacia un hospital.
Recuerdas ver luces y el color de una noche profunda, porque era difícil entender como serían los colores si ni siquiera entendías quien eras.

———————
Despertaste en un hospital confundida, con dolor de cabeza y estabas tratando de sentir tu cuerpo otra vez, pero tan solo te preocupaba saber como estaba Peter, querías saber donde estaba uno de tus mejores amigos y tu crush de la secundaria.
Moviste tu cabeza abruptamente, en busca de respuestas a tus millones de preguntas más rápidas que cualquier animal o persona existente en este mundo.

—Despertaste.—te dijo una voz tranquila y juvenil.
A tu vista estaba Peter Parker, con una sonrisa amplia.
—¿Peter?—dijiste, acomodándote.—Lo último que recuerdo es que me cargaste en tus brazos, y me trajiste aquí.
—Eso es correcto.—te sonrió, sentándose a tu lado.—¿Cómo te sientes?
—Mejor, eso creo.—soplaste tu pelo de tu cara.

Un silencio incómodo se provocó, y parecía que sería así si no entraba un doctor a darte tus análisis. Tan solo un milagro haría que esta incómoda escena terminara rápido; por eso, debía ser el momento de aceptar la verdad y entrar en una conversación sería.

—Peter, ¿Qué sucedió?—dijiste, trabándote de los nervios.
—Te asaltaron dos ladrones, pero no creo que hayan sido ladrones que querían tu cartera..creo que fueron agentes, personas contratadas.—te dijo decisivo, como si resolviera un crimen.
—Está bien, Sherlock. Me refería a como subiste las escaleras rápidamente.—cruzaste ambos brazos.
—Bu-bueno, y-yo..em, la verdad es que y-yo.—tartamudeó.

Pusiste tus manos en su cara, tenía su cara un poco inflamada y roja, de cerca, se le veían los ojos cristalizados y sus manos rojas de tanto apretujárselas contra sus dedos.
  Una tierna sonrisa se te formó en tu cara, tomaste sus manos y las frotaste en tus labios, dejando pequeños besos tiernos.

—Peter, dime que te ocurre realmente..puedes confiar en mi, lo sabes.—le sonreíste tímidamente, tratando de ocultar lo mucho que te encanta su cabello.
—B-bueno, yo...

Yo soy Spiderman, _____.

Tom Holland One-ShotsWhere stories live. Discover now