Tom Holland One-Shots

14/ TH

*Maratón Tom Holland*

Hoy era el día que tendrían la prueba que esperaban por siglos, en la cual sus traseros estaban hartos de sentarse en una silla por todo el día, que sus cerebros estaban por explotar y su vista estaba empeorando.
Hace algunos días, estuviste conociendo a fondo al extrovertido Tom Holland; un chico "mimado" de tu curso, quién tiene mucho dinero y es reconocido por su Padre. Todos (incluyéndote) piensan, a primera vista, que es egocéntrico y idiota, que tan solo piensa en él. Pero nunca juzgas a un libro por su tapa, por eso, lo ayudaste en Matemáticas una vez, y ahora todos los días te vas a su casa para practicar y ayudarlo a ser mejor, esto te facilito ver quién era realmente:
Un tierno niño que tenía mucho dinero, pero recibía poco amor.

Te ha confesado millones de veces cuanto te ama, pero no puedes confiar del todo con él. No tienes una razón puntual, seguramente sea porque se esté aprovechando de ti..o eso piensas tú, no se sabe.

Estabas en tu asiento con la cabeza metida en el examen, en estos momentos Tom te diría algún comentario gracioso y reirías fuertemente, pero este se quedó callado porqué ambos estudiaron duro para esto, y querían notas altas. Y aunque todo iba normal, silencio en todo el salón, bastó con que el profesor se distrajera con una llamada de su esposa, para que se retire del salón y casi todos se copien.
Tú, alumna ideal, te quedaste quietita, sin pensar subir la cabeza; sabías que todos recurrirían primero a ti para las respuestas.

Sentías una irritante respiración en tu nuca, una mirada clavada en ti, eso te desesperó y dignaste a mirar hacia arriba. Ojos cafés y bellos clavados en tú prueba.

—¡Tom, no te copies!—dijiste, haciéndote bolita con tú prueba para que este no la mire.
—Esto está mal.—señaló tu nombre.
—¿Qué? ¿Cómo diablos mi nombre llegaría a estar mal, Tom?—protestaste, con fastidio.
Se acercó aún más.
—_____—pronunció tu nombre en voz baja—Aquí debería decir "Holland".—te sonrió coqueto.

Ya esta.
Esto era todo.
La gota que rebalsó el vaso.

Jurarías que en ese preciso instante lo besarías, y es hermoso pensar que tan solo es así contigo.

Con tu cara rojiza, miraste hacia abajo y no te dió tiempo a responderle, ya que el profesor entró. Estabas planificando como decirle que ya estabas lista a Tom...

Lista para amarlo.