48/TH

2.8K 184 12
                                    

Imagina que...

Eres una cantautora/o famosa/o por tus hits que suben al primer puesto en tan solo dos horas luego de lanzarlos. Sí, eres un/a mujer poderosa/hombre poderoso en la industria de la música y entre celebridades un éxito.

Célebre por todos lados, también tu fama incrementó al conocer a tu novio Tom Holland, quién actualmente actúa y resonó como actor en las aclamadas películas de la compañía Marvel, haciendo de uno de los personajes más queridos: Spiderman. El tema de que tu fama haya incrementado por él para ti era nula, ya que amabas a tu novio con todo tu alma y tan solo el tiempo con él que tenías era importante para ambos. Debido a tus giras y a sus conferencias de prensas, su tiempo de conversación era escaso, pero siempre encontraban la manera de comunicarse y esos eran tus momentos favoritos en el día; cuando hablabas con Tom.

Un día, en el Super Bowl, te presentarías frente a millones de personas. Aunque tú estabas acostumbrada/o, siempre había algo en ti que te recorría escalofríos por toda la espalda cada vez que subías al escenario, y esos sentimientos tan comunes son llamados "nervios", no te culpas por sentirlos ni tampoco crees que te afectarán tu puesta a escena. Pero el Super Bowl era algo distinto. Era todo un estadio de personas esperándote a ti para dar e impresionar a tus millones de fans, o los artistas que se encontraban entre ellos.

Sí, a estas cosas te enfrentaste.

No, no hay tantas personas.

Mentiras, porque el escenario pegaba unos gritos de más de 100.000 de personas juntas. Son muchísimas más que esa cifra de números.

No puedo con esto.

Eres una estrella. Puedes y debes.

Qué no estoy lista/o. Quiero ir con Tom.

Tom debe estar perdido entre tus fans. Qué sabes si siquiera haya venido.

Él vino. Nunca se perdió un concierto mío.

¿Y si este se lo pierde?, muévete y madura, que debes satisfacer a tus fans.

Tus lágrimas caían de tus pálidas mejillas tornándolas un poco más rosadas. Esa presión en tu pecho no se te borraba y buscabas aire en desesperación esperando a que vuelvas al mundo. Sí, tienes que ir. Pero no puedes. No ahora. No sin tu familia. No sin tu novio.

Mientras todos tus bailarines te trataban de ayudar en tus bocados de aire, y sentías aún más presión con los gritos de la gente del Super Bowl (que eran ahogantes), tú seguías pidiéndote madurar. Qué esto es una estupidez. Lo haces porque no eres una estrella digna de salir al escenario.

¡____!.—escuchaste gritar desde lo lejos, mientras fruncías el ceño porque la voz te es familiar.

Delante de ti, se presentó esa persona que tanto amas. Tom hacía todo el paso que podía y venía a un ritmo casi en sintonía que tu corazón latiendo rápido. Te visualizó y empezó a gritar que todos se alejaran y te dejaran sola/o con él. Agradecías que él haya reaccionado así, porque necesitabas estar en sus brazos.

Te tomó de ambas mejillas mientras recibías agua por tu boca, tú ritmo cardíaco si estaba acelerado, pero ver sus ojos te tranquilizaba un poco más. Más Tom se detuvo a ver los tuyos y pedirte que respires hondo, pero tus intentos no funcionaban.

¡Respira!, inhala, exhala. Vamos, ¡Tú puedes!.—te animaba con una sonrisa nerviosa, sin soltarte las mejillas.

N-no, ¡No puedo!.—lograste decir.

Ey.—te afirmó, acercándose a tu nariz y depositándote besos en ella—Sé que sientes que no puedes, sé que tienes nervios. Pero puedes, tú puedes.—esbozaste una sonrisa, sintiendo como su corazón latía en el tuyo—Eres la persona más valiente y talentosa/o que conozco. Tú sabes que vales oro. Tú haces esto porque es tu don, porque te gusta, no porqué alguien te dice que lo debes hacer. Hazlo por ti, no por mi, no por tu familia, no por tus fans o la fama. Hazlo por ti, ¿Sí?

Suspiraste una última vez aliviada/o, y clavaste un casto beso en los labios del castaño.

Te amo.—sonreíste, con más lágrimas en tus ojos.

Los cálidos ojos castaños de Tom también se inundaron en un mar de lágrimas y las notaste por las resplandecientes luces. Él tomó tu cadera y te acercó a su cuerpo.

Yo también.—sonrió—Ahora ve, te necesitas.

Salió corriendo de la escena pero sin dejar de observar tus bellos ojos, y tú veías como se marchaba. Una sonrisa tímida se te formó y te asomaste una última vez al escenario con la cuenta regresiva para que aparecieras y cantaras.

En la pantalla se mostró a Tom sonriéndole a la cámara, con aplausos, besos y sonrisas mientras el público gritaba el doble que antes.

"Esa/e es mi chica/o!"—leíste en sus labios

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

"Esa/e es mi chica/o!"—leíste en sus labios.

Tom Holland One-ShotsWhere stories live. Discover now