51/TH

2.9K 170 30
                                    

Imagina que...

Tu trabajo no era demasiado perfecto, y hasta incluso lo has tachado de "aburrido", luego de una búsqueda de trabajo porque te recibiste de la universidad. Pero como se da buena paga, y es excusa para conocer a cualquier actor que conozcas, aceptaste ser maquilladora de actores.

Y así fue. Lentamente progresabas con éxito en tu maquillaje profesional, y en como los colores se podían hacer extremadamente notables o imperceptibles a el ojo humano, dependiendo el papel que cada actor o actriz haga. Porqué, no es por lardear, pero tú practicaste maquillaje desde pequeña/o, y estudiar sobre aquello era como el oxígeno para ti.

Mientras que habías maquillado —temporalmente— a actrices como Jennifer Lawrence, Angelina Jolie, y hasta Emma Wattson, también fuiste quién ocultó las bolsas violetas de los ojos de Leonardo DiCaprio, Liam Hemsworth, o Jake Gyllenhaal.

Pero hoy, estabas maquillando a el último ya mencionado actor, en el set de una película de superhéroes tal como Spiderman, y sí, Jake estaba en ella. Pese a que nadie se le hubiese imaginado como algún tipo de súper-villano con una pecera en su cabeza, a ti te daba igual, ya que tu trabajo era simple. Aún así, no niegas que es divertido charlar con el americano mientras bebe su café con miedo a quedarse dormido, y que sus sesiones de conciertos en el camarín son aburridas, por el contrario, Jake es un estupendo humano.

Por eso hoy te preguntabas como puede ser tan increíble actor. Y porqué también es tan estúpido.

O al menos eso te decías cuando entrabas a el set gigante de Spiderman: Far From Home, mientras observabas las diferentes puestas a escena con la increíble escenografía, que te hacía replantear si realmente necesitan una pantalla verde. También pasaste por la sala del comedor, dónde pudiste prepararte los dos cafés para ti y tu compañero, para quedarte observando —sin que tú tengas el mínimo conocimiento, actuando por impulso— como un chico mayor que tú danzaba una coreografía de una pelea. Por supuesto, te diste a entender a ti misma que era para la película.

Mordías tu labio inferior cada vez que te encontrabas observando como las gotas de sudor se deslizaban por la mejilla levemente ruborizada de el castaño, o como su cabello se desarmaba y quedaba mojado, formando pequeños rulos en su frente. Y por dios, como se te hacía agua la boca cuando sus brazos muy bien formados golpeaban aquella bolsa roja en frente suyo. Pero no olvidemos su cuerpo tan bien formado que podría ser la envidia de un dios griego, o podría asemejarse mucho a lo que es un cuerpo de un dios griego, quién sabe.

Pero fue justo cuando sus ojos encontraron los tuyos, mientras sostenías los dos cafés con ambas manos, qué te despabilaste y te fuiste corriendo de aquel lugar. Al principio, te enojaste por tu comportamiento infantil, pero luego, razonaste contigo misma y pensaste que tal vez era la mejor manera de lidiar con los ojos castaños de el chico.

Y tomar aire —muy, porque hacían como cero grados— frío fue la mejor decisión que tomaste, para poder disminuir el calor que recorría cada parte de tu cuerpo.

—¡Ah, hija/o mía!—gritó una voz reconocida, golpeándote suavemente en el hombro—, ¡Tanto tiempo!

Afirmaste con tu cabeza, intentando reincorporarte. Ambos se fundieron en un corto abrazo.

—La última vez que nos vimos, no tenías una pecera gigante en tu cabeza—soltaste una carcajada, mientras que Jake te acompañó.

—¿Y qué querías que haga?, digo, voy a ser el terrible "Misterio"—habló con una sonrisa en su cara, ensanchando su voz para hacerla más grave y un movimiento extraño de manos.

—Se nota que ya bebiste café.

—¿Se supone que es un insulto?—preguntó, fingiendo dolor—, no te eduqué así.

Tom Holland One-ShotsWhere stories live. Discover now