Capítulo 8

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Me levanto, sin ganas de hacerlo pero de sólo pensar que es viernes, mi tristeza pasa hacer felicidad por unos segundos.

Busco un jeans azul y una blusa lisa color blanca y me adentro al baño. Me miró al espejo y mis ojos están totalmente hinchados y rojos, cualquiera puede notar de lejos que estuve llorando toda la noche.

Me ducho y sólo espero que con esto se me quite un poco mi tristeza. Salgo de la ducha y me coloco mi outfit del día de hoy, busco unas sandalias plateadas y me las pongo.

Cambio mis libros y hecho otro cuaderno y salgo de la habitación. No quiero desayunar, no tengo hambre, sólo me llevaré una manzana.

Abro la puerta para salir pero la voz mi mamá me detiene.

-¿Samantha estas bien? -Volteo a mirarla y asentí.

Salgo de la casa y camino al instituto.

(...)

Hoy he estado un poco distraída y los profesores se han estado dando cuenta, pero no me dicen nada.

Sólo espero que esto se me pase rápido, la otra semana son los exámenes y no quiero estar de malhumor.

No he comido nada, desde ayer a la hora del almuerzo y hoy sólo una manzana me comí. Sólo siento un dolor de cabeza. Pero debe de ser porqué no dormí bien.

-Samantha pasa a resolver esos problemas. -Ordena el profesor de matemáticas.

Me levanté y me puse al frente del pizarrón, sólo veía muchos números y mi mirada se fue poniendo borrosa y negra.

Santiago

Me encuentro en la oficina de mi padre, ayudándole con unos archivos. Al fin esto es lo que me dedicaré toda mi vida, sacaré las empresas de mi familia adelante. Además ese siempre ha sido mi sueño.

Me encuentro ordenando unos archivos y viendo algunos contratos con empresarios canadienses. Es algo bastante importante.

Por un minuto dejo lo que estoy haciendo para revisar mi chat. Samantha no me contestó en todo el día y tampoco lo hizo anoche.

Sigo con lo que estoy haciendo y le pasó a mi padre los contratos. En eso suena mi móvil. Rápidamente lo contestó pensando que era Samantha y no miro quien es.

-¿Samantha?

-Valentina, lamentó decepcionarte.

-Oh Valentina disculpa. Estoy espe...olvídalo.

-¿Te parece si nos vemos en media hora en el centro comercial?

-Ahí estaré.

Sigo con lo que estaba anteriormente haciendo, mi padre se encuentra hablando con su secretaria.

-Hágalo pasar.

Espero a ver quien viene y se adentra en la oficina, el señor Evans. Esta algo preocupado, le comenta a mi padre que necesita retirarse porqué lo llamaron del instituto, Samantha se desmayó y necesita que alguien la vaya a recoger.

-¿Como esta ella? -Pregunto.

-No te preocupes hijo, ella está bien.

-Yo lo acompañó.

Salimos de la oficina de mi padre y nos dirigimos al instituto.

Al llegar el señor Evans pasó a hablar con la enfermera y el director. Yo entre a ver a Samantha a la enfermería.

-Sammie, ¿Como te encuentras?

-¿Qué haces aquí? ¿Dónde está mi padre?

-Está hablando con la enferma. ¿Estás bien?

-Eso que te importa, Santiago déjame en paz, no te quiero ver.

-No sé, que te pasa conmigo. Pero disculpa si te hice algo.

Salí de la enfermería y espere que saliera Robert de la dirección.

No sé que le pasa a Samantha conmigo, yo no le hecho nada, sus ojos parecen como si estuviera llorando toda la noche. No me iré hasta que me diga que es lo pasa.

Me subí a mi auto y me fui a la casa de Samantha. Sabía que el señor Robert tenía que regresar a su puesto de trabajo y así que me pedirá que me quede con ella.

Baje hasta que vi el auto venir. Espere que entrarán a la casa. Sabía que si intentaba hablar con ella no me iba a dejar.

El señor Robert me pidió que no la dejará sola hasta que Emily o Michelle llegarán y que por favor le diera algo para comer, ya que ese fue el motivo de su desmayó. Lo que me supuse que pasaria, pasó, el señor Evans tuvo que regresar al trabajo y yo me haré cargo de ella.

Le prepare algo sencillo que mi madre me había enseñado hacer, una sopa clara, no sé mucho de cocina, sólo espero que le guste. Tome una bandeja, serví la sopa con un refresco natural y le escribí una nota que decía: "Lo siento"

Aunque no tenía idea,que fue lo que le hice, porque estaba así conmigo. Sólo espero que no sea algo grave. Fui hasta su habitación y ella está acostada mirando la pared.

-¿Sammie?

Ella volteó a verme y sus ojos estaban cristalizados.

-Te traje esto, espero que te guste. -Se sentó y le pase la bandeja.

Ella me miró, sin decir ninguna palabra, verla así me hacía sentir que esto es culpa mía. Pero ¿por qué?

-Esta rico..gracias. -Dijo con su voz un poco entrecortada.



Editada.

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