Capítulo 76

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Todo está listo para el viaje a Costa Rica, estamos abordando el jet privado, Santiago se negó a venir con nosotros, tampoco lo iba a obligar, es tan inmaduro.

-Largo viaje Evans. -Dice Luke asegurando su cinturón.

-Tenemos tiempo para descansar. -Le guiño el ojo.

El vuelo durará aproximadamente de 10 a 11 horas, llegaremos a suelo tico como a las 6 o 7 de la noche. Me acomodo en mi asiento, recuesto mi cabeza en la ventanilla.

(...)

Despierto por la turbulencia, esto es lo que más miedo me da, sujeto fuertemente una manta que tengo encima, Luke sigue durmiendo como un tronco. Miro el reloj faltan unas dos horas más. Logro quedarme dormida otra vez.

(...)

-Llegamos bella durmiente.

Abro los ojos, Luke está esperándome, quito la manta, agarro mi bolso y salgo junto con él.

Jamás había venido a este país, he escuchado mucho de él pero es mucho más hermoso de lo que he leído.

Caminamos hasta el auto que nos llevará al hotel, subimos la maleta y arrancamos. La recepcionista nos atiende amablemente.

-Buenas noches es un placer atenderles, mi nombre es Verónica García.

-Buenas noches. -Hablamos en unisonido.

-Los empresarios ¿no?

-Si, Santiago no ha llegado, si gustas guardaré su llave.

-Es un placer conocerla, señorita Samantha. Estas serían sus suits 234, 235, 236 cuarto piso. Disfruten su estadía en el Hotel Intercontinental. ¡Pura vida!

Subimos en el ascensor, junto a Luke nos adentramos a nuestras habitaciones, mi habitación se divide en dos, la cama, el armario y el baño están en la primera sección, en la segunda está el living junto al balcón que da la vista a la piscina. Nuestras maletas, se encuentran en la pieza, dos señoritas me ayudan a desempacar. Le escribo a Santiago que estamos en el hotel y que tengo su llave. Dejo el celular y me dispongo ayudar a desempacar.

Al siguiente día.

Estamos en la provincia de Guanacaste, nos movilizamos en helicóptero, todo marcha bien en las viñeras, la primera cosecha la recogieron a finales de febrero y ahora están con la segunda cosecha del mes de agosto, es menos dulce que la primera. Así la procesan para la elaboración del vino. Recorremos alrededor de las 8 hectáreas en caballo y 8 más en una camioneta 4×4.

-Muchas gracias Eduardo por cuidar y hacer que todo siga trabajando excelente. Con permiso. -Santiago agradece al capataz de la finca y comienza a caminar hasta el auto.

-Es un gusto verlos de nuevo por aquí. Buen viaje.

-Gracias por todo, hasta luego.

-Son campos enormes, jamás pensé que fueran tan grandes. -Dice Luke.

-Son los más grandes de las viñeras Williams.

-¿Próxima parada? -Cuestiona, me abre la puerta del auto.

-La fábrica, está a un kilómetro de aquí, sólo sigue el auto de Santiago.

Sube y hace lo que le digo, el camino es de asfalto no nos costó acercarnos. Llegamos minutos después que Santiago, me espera en la entrada.

-Buenos días. -Saludo.

-Buenos días, es un placer conocerla. Rodrigo Jimenez y ella es Natalia Martínez, soy el jefe de piso y ella es la encargada de la elaboración.

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