Capítulo 69

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-Estoy aquí hijo, saldrás de esta.

-¿Padre?

-No te mortifiques por pensar que pudiste detenerlo, ahora estoy descansando.

-Papá, papá.

-Santiago, despierta. -Abro mis ojos, Samantha me mira preocupada, paso mis manos por mi rostro.

Este sueño fue distinto a los otros, ahora no son sus últimas palabras, parece como si él quisiera de algún modo comunicarse conmigo.

-¿Estas bien? -Cuestiona tomando mis manos.

-Si.

-Debo levantarme, no quiero que entre alguna enfermera y nos vea.

Rio. -Ya nos vieron, la enfermera de las 2:00am y a las 6:00am. Tú estabas dormida cuando ellas entraron.

-¿Ellas?

-Fueron dos, Sammie estamos en un hospital, trabajan por turnos.

-Ya sé, Santiago. No soy tonta. -Dice, levantándose, se ha enojado, lo sé.

-¿Me alcanzas la silla de ruedas?

-¿Te levantarás?

-Si.

Se acerca con la silla, quito la manta. Sé que puedo, ella me toma del brazo, trato de no poner todo mi peso en ella, me apoyo en la camilla y logro sentarme en la silla.

-¿Tienes hambre? -Cuestiono.

-No. -Responde, busca su celular, le hago una seña para la camilla.

-Buenos días chicos. -Entra la enfermera, sé a qué viene y justamente no es para el desayuno.

-Buenos días. -Respondemos ambos.

-Oh creo que está vez, te ayudará tu novia.

-No somos novios. -Responde Samantha.

-Entonces lo haré yo.

-¿Hacer qué? -Pregunta, deja su celular a un lado.

-Ayudar a bañarlo, siempre lo hacía su madre pero hoy no está.

Sonrío al ver la expresión de Samantha. Quizás sea asombro, enojo o celos, espero que sea la última. La verdad es que le pedí a la enfermera que dijera eso, cuando paso en la mañana. No necesito ayuda para ducharme, sólo ocupo la silla de ruedas y unas sandalias, en el baño hay unas barras especiales. En fin, todo fue un plan para ver la expresión de Samantha.

-Lo haré yo ¿le podría traer el desayuno?

He logrado mi objetivo. Si siente celos significa que me ama ¿no?

-Claro que si señorita, ya vuelvo.

-Pensé que no te importaba si alguien más me veía. -Digo burlón.

-No me importa, pensaste que no me daría cuenta de tu jueguito. Tu madre me escribió y me dijo que te duchas solo.

Eso es una mala jugada de mi madre.

-Lo siento.

-Ve a ducharte ¿quieres?

-Quisiera más que me acompañarás.

-Santiago. -Regaña.

-Ya voy.

Me adentro al baño, me ducho lo más rápido que puedo, aunque siempre me tardó demasiado. Uso unos chandales para hacer la terapia, dejo mi torso desnudo, tengo unos golpes por las costillas, lavo mis dientes y salgo. Samantha está escribiéndole a alguien, sólo quisiera saber quien es. El desayuno está en la mesita a un lado del sofá, me acerco, trato de compartir mi desayuno con ella pero se niega.

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