Capítulo 81

1.5K 50 1
                                    

Termino de desayunar, tengo la laptop conmigo, he estado revisando mi correo, al parecer tengo una citación hoy en la empresa a las 9 y son las 8:30. Me levanto rápido, voy por mi bolso, comienzo a llamar a Luke pero no responde, subo al auto. No puedo perder tiempo y él no responde, lo llamaré en el camino. Marco el número de Roose mi secretaria.

-¿Hola? -Dice al otro lado de la linea.

-Roose, habla Samantha. Necesito que tengas listo para la convocatoria, me dices que oficina tienes preparada.

-¿Convocatoria? Hoy no hay ninguna convocatoria, ni siquiera reuniones. ¿Estas segura?

-Si lo acaba de ver, me mandaron una citación a mi correo.

-No estoy informada, déjame revisar mi agenda y te llamo.

Espero que el semáforo se ponga en verde, miro por el espejo retrovisor, hay una camioneta negra, me tranquilizo, nada va a pasar. Acelero, la autopista está algo desolada, no hay muchos vehículos. Escucho un chillido de llantas, miro por los espejos tengo dos camionetas negras atrás. Me aseguro el cinturón y con la otra mano comienzo a llamar a Luke.

-Samantha.

-Me están siguiendo Luke, son dos camionetas, no logro ver su matrícula, tienen los vidrios polarizados. Justo hay un semáforo, debo detenerme.

-No lo hagas, saltatelo.

Miro un camión de carga pesada cruzar con mucha lentitud, no puedo hacerlo.

-Esta cruzando un camión, es imposible. Luke tengo mucho miedo.

Me detengo en el semáforo, mis manos tiemblan, no creo poder continuar. Los sujetos bajan de las camionetas, todos encapuchados. Tres de cada lado, no tengo salida.

-Tengo tu ubicación, tranquila.

-Luke es tarde.

-¡BAJA DEL AUTO! -Grita uno de los sujetos, golpea la ventana fuertemente y está se rompe, abre la puerta, me obligan a salir, me quito el cinturón.

-No me hagan nada, se los suplico.

-Eso depende de ti. -Pone su arma en mi vientre, me tenso. -Camina sin hacer nada o sino tus bastardos mueren.

Miro a todos lados, personas me miran sin poder hacer nada porqué tienen hombres apuntandolos. Me suben a una camioneta y me colocan una capucha.

Llegamos al lugar, me quitan la capucha, es una casa abandonada, pequeños árboles secos en la entrada, parece salida de una película de terror. Me llevan hasta una habitación, me encadenan los pies y las manos, hay una pequeño colchón en el suelo. El lugar es asqueroso. Sólo hay una ventana llena de polvo pero está con candado.

Tengo mucho miedo. No quiero que les pase nada a los bebés. No tengo la mayor idea donde estoy y mucho menos porqué hacen esto.

Santiago.

Llevo más de 10 minutos afuera de la casa de Samantha, quedamos en vernos aquí y no está. Le he marcado pero no contesta. Su auto no está, había pensado que salió a comprar algo pero sigue sin regresar.

Mi celular comienza a sonar, atiendo de inmediato.

-¿Sammie?

-No señor, es Roose. Lo llamaba porqué la señora Samantha me habló hace poco por una convocatoria pero ahora trato de comunicarme con ella y no me atiende.

-¿Samantha salió para la empresa?

-Eso me dijo, pero no hay ninguna convocatoria, el correo tiene que tener algún error.

-La llamaré más tarde. -Cuelgo.

Camino hasta el auto, debo llamar a Luke, él debe de estar con ella. Antes de entrar mi celular vuelve a sonar. Es Luke.

-Justo estaba por llamarte. Necesito hablar con....

-Han secuestrado a Samantha.

Apreto el párpado, ¿por qué tiene que pasar esto? Siento que esa noticia me cae como un balde con agua fría. Siento la sangre hervir por todo mi cuerpo, golpeo con fuerza la ventana de mi auto, haciendo que se rompa, miro mi mano he roto mis nudillos.

No la voy a perder otra vez, primero me hago matar por ella. Haré todo lo posible para que ella esté aquí otra vez conmigo.

(...)

Es media noche, las dos casas están siendo monitoreadas con equipos de rastreo, revisamos el famoso correo y en efectivo era falso, todavía no logramos saber como hicieron para mandarlo desde el correo de la empresa. Luke ha tratado de encontrar la dirección de donde mandaron el correo pero la suerte no está de nuestro lado.

Nadie llama pidiendo un rescate, no pasa absolutamente nada. Sólo espero que Sam y los bebés estén bien.

Miro el cielo iluminado por las estrellas, tratando de despejar mi mente. Sé que mi padre y Robert cuidan a Sam desde el cielo.

Samantha.

No se que horas son, sólo logro ver las estrellas brillar en el cielo. Los bebés parecen entender lo que pasa, no han estado inquietos en las últimas horas, sólo pequeños movimientos.

Una lágrima cae por mi mejilla, no quiero estar aquí, quiero estar con mi familia en mi casa.

Escucho la llave introducirse en la puerta, me quedo mirando por la ventana. Siento una mano en mi hombro, volteo, el mismo hombre, no dejan ver sus rostros. Tiene una bandeja con comida en sus manos, la coloca en el suelo.

-Come, en unos minutos vendrán los jefes.

Sin más, sale por la puerta, cierra de nuevo con llave. Me acerco a la bandeja, es un platillo con pollo y ensalada y un vaso con agua. Comienzo a comer, es muy poco pero no puedo dejar de hacerlo.

La puerta se abre nuevamente y entran dos sujetos con capuchas, atrás de ellos están dos hombres más vestidos de negro, con gafas del mismo color.

-Salgan, déjennos a solos. -Pide uno de ellos.

Los hombres salen, los otros hombres comienzan a mirarme.

-¿Quiénes son ustedes? -Susurro, me han escuchado porqué sonríen.

-Unos viejos amigos querida Samantha.

-Tú nunca me conociste pero si llegaste a escuchar mi nombre.

-A mi si, pero arruinaste mi vida en el mismo momento que apareciste.

Reconozco esa voz pero no logro acordarme a quien pertenece. Los hombres se miran entre sí y se quitan sus gafas. Mi boca se abre, pensé que estaban en la cárcel.

-Clark y Adams.

-Acertaste. -Dice Adams, se acerca a mi, pone su mano en mi mejilla, me aparto rápidamente.

-¿Que quieren? ¿Por qué hacen esto?

-Son preguntas fáciles Sam, queremos recuperar el dinero que tuvimos que perder por tu culpa. ¿Por qué lo hacemos? Porque queremos ver a tu hermosa familia para ser más exactos Sarah y Santiago Williams sufrir.

-Tú me encerraste en la cárcel por algunos años pero soy empresario y no pudieron tenerme ahí más. -Dice Clark.

-¿Te escapaste? -Cuestiono.

-No, existe algo llamado fianza.

-Pidanme lo que quieran pero por favor no me hagan daño. -Suplico, no sé que pretenden.

-Lo pensaremos, pero antes agarra esto y sonríe para la foto.

Me pasan un pequeño cartel que dice "Si no hacen lo que les digo, ella y los bebés mueren, esperen noticias". Toman la foto y seguido de eso salen.

Son unos malditos locos, yo no tuve la culpa que perdieran todo. Ellos fueron quienes estafaron, yo sólo hice lo que tenía que hacer con Clark y Adams cómo él lo dijo, no lo conocí.

No quiero que les pase nada a mis bebés, me dejo caer en el suelo. Sólo espero que mi familia estén bien.












Editada.

Mundos Opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora