Capítulo 61

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Dormirse tarde, después de un día tan largo trae sus consecuencias, no aguanto el sueño, deseo que llegue la hora de salida, Megan hablo con su padre esta mañana sobre mi estadía en la casa y él aceptó sin ningún problema, es un señor de unos cuarenta y algo, ojos cafés y cabello negro.

Estamos en clases de dirección general, es muy tedioso, pero importante porqué es un cargo que contiene mucha responsabilidad, sería muy genial estar al mando de una empresa pero para eso faltan muchos años.

El reloj parece estar de nuestro lado, falta poco para la salida, la profesora nos avisa que hay examen la próxima clase, asentimos y salimos de la clase.

Ha sido un día tan diferente, siento que por fin se acabo todo pero tengo un poco de miedo de ilusionarme y que ellos vuelvan. Sólo ha pasado unas horas y ya me estoy haciendo ideas. Me encontré con Santiago en la mañana, me evitó y siguió su camino, no esperaba menos, sólo que su mirada tan fría como el hielo, hizo que mi corazón se oprimiera.

-Alguien te está esperando. -Dice Megan, levanto mi mirada y encuentro a Luke.

-¿Será que sabe algo de Santiago?

-No lo sé, habla con él, te espero en el auto. -Asiento y camino hasta llegar a Luke.

-Hola. -Saludo.

No lo he visto desde la madrugada, quizás sea por eso que vino.

-Hola. Necesito que hablemos. -Suspiro, lo sabe todo.

-¿Aquí?

-No, vayamos a otro lugar.

Le digo a Megan que iré con Luke, me escribe la dirección de la casa en un papel, subo al auto de Luke, en la salida se encuentra Santiago, centra su mirada en mí, subo la ventanilla, esto hará que siga imaginando cosas, no quiero eso, pero no pude evitarlo, tampoco iba a saltar del auto y explicarle. Llegamos a un café, todo es muy silencioso, hay varias personas, su decoración es de madera con pequeños bombillos amarillos, nos sentamos en una mesa un poco alejada, ordenamos.

-Antes de que me digas lo que tienes que decirme, te pido una disculpa quizás no fue la mejor idea, fue un impulso, él pensó que tú y yo teníamos algo y...

-¿De qué estás hablando? -Cuestiona.

-De lo que te dijo Santiago. -Frunce el ceño. -Espera, ¿de qué quieres hablar conmigo?

-Del trabajo.

Estúpida.

-Ah, ¿que pasa?

-No trabajaré más para ti, otro guardaespaldas te cuidará y no te preocupes yo mismo lo escogí, es uno de los mejores agentes.

-Pero, ¿por qué?

-Tengo un nuevo trabajo, es bastante importante, lo estuve esperando por más de un año. Seré parte de la seguridad del presidente y debo empezar cuanto antes.

-Wao, te felicito. -Sonrío. -Es una excelente noticia y una gran responsabilidad. No te preocupes por mí, ya no estoy con Santiago y por ende tú ya no trabajas para mi, si no para él.

-Te prometí que siempre te iba a proteger, eso incluye no siendo tu guardaespaldas. Me gustaría conservar tu amistad, sé que me odiaste al principio pero espero que eso haya cambiado.

-Si cambio, te considero un amigo. No te preocupes por la promesa, prometo estar bien.

-Eso espero, vendré muy poco. Ahora si dime que es lo de Santiago.

Sonrío avergonzada, tomo un poco de mi batido de mora.

-Espero que no te enojes, todo fue muy rápido, él piensa que entre tú y yo hay algo, imaginó que ayer pase toda la tarde contigo. Claro, trate de decirle que estaba equivocado pero no quiso escucharme, mencionó que soy igual a su ex, eso dolió mucho, no conoces lo que es esa chica y todo lo que hizo. Yo jamás haría algo así y menos a él. Al mencionar lo de su ex, me enoje muchísimo reaccione mal, le dije que me iría a tu apartamento. Y eso es todo, pensé que te reclamaría, pero me equivoque una vez más.

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