CAPÍTULO 33

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CEPEDA

Despierto cuando los primeros rayos de luz se reflejan en la cama. Abro los ojos, somnoliento, ya que anoche no dormí mucho, que digamos. Y la culpable está abrazada a mi pecho, con el flequillo despeinado y enredada con sus piernas en mí, bajo la sábana que solitaria cubre nuestros cuerpos.

Miro el reloj de la mesilla. Es aún temprano, así que mejor no despertarla.
Al revisar los mensajes recuerdo que tenemos el día libre, y ni siquiera tendremos que viajar. Hasta el domingo por la mañana no volvemos a nuestras casas, así que habrá que mirar qué hacer en Murcia.

Abro una página de Google, dispuesto a saber qué se puede hacer en esta ciudad. La última vez que estuve, durante las firmas, recibí tanto cariño que quiero conocer más de esta tierra y de su gente. Una vez tengo todo día organizado, mando un mensaje por el grupo del programa:

Buenos días, Aiti y yo tenemos planes,

Luego os vemos, chicos 😊

Aitana se revuelve entre las sábanas, se está despertando. Le doy un beso en el pelo, acariciándolo. Ella se esconde en mi pecho, definitivamente, se ha despertado. Con la mano que no está ocupada envolviendo su cuerpo, comienzo a acariciar su brazo, sé que le hace cosquillas y las cosquillas la ponen furiosa.

-Para.

-Buenos días. -le digo- ¿Qué tal has pasado la noche? -su cara sigue escondida.

-No he dormido una mierda, y encima me despiertan con cosquillas.

-Lo de las cosquillas es culpa mía, pero si no has dormido, es cosa tuya. -lo digo a conciencia para picarla, y para que por fin saque su cabeza del hueco de mi pecho.

-Ah, ¿que no tienes la culpa? -pregunta, haciéndome recordar la noche anterior.

-Me provocas.

-Ah, claro. ¡Que la culpa es mía que te provoco! -se despereza, y sonríe- Buenos días. -me da un beso y sonrío entre sus labios.

 Tras un rato abrazados, le aviso que el día de hoy será movidito, y más le vale no tener planeado porque pienso descubrir las calles murcianas de su lado. Anoche dijo delante de toda la Nueva Condomina que me quería, y creo que esta vez ha quedado bastante claro que desde la primera semana llevábamos escrito en la frente que lo nuestro no era una simple amistad. 

-Aiti, directos a la ducha que hoy tenemos muchas cosas que hacer.

- ¿Qué dices? Si tenemos el día libre.

-No tener trabajo no quiere decir tenerlo libre. -le doy un beso en los labios y tiro de la sábana- Vamos, chica, que hay que ducharse y bajar a desayunar antes de descubrir la ciudad.

Aitana parece feliz cuando le explico mis ganas de ver la ciudad. De verdad que me apetece hacer planes de novios sin estar encerrados en cuatros paredes pues, hasta ahora, no nos ha quedado otra. 

- ¿Cuál es la primera parada? -pregunta cuando ya hemos salido del hotel.

-La plaza del Cardenal Belluga. 

- Y ¿qué hay ahí?

-La catedral.

-Pues allá que vamos. 

Paseamos por la plaza, intentando pasar desapercibidos, pero eso es imposible. Enseguida llamamos la atención de un grupo de chicos que estaba almorzando en el Starbucks de la zona. Se echan fotos con nosotros, comentan felices que muchas gracias por lo vivido en el concierto, pues muchos asistieron. 

PROCURO OLVIDARTEOù les histoires vivent. Découvrez maintenant